Son muchas parejas que se topan con la presión de tener hijos sin estar del todo convencidas o preparadas, algo que poco a poco va perdiendo fuerza pero sigue muy presente, aún en la sociedad.
“Las tías, las abuelas, toda la familia en cada evento no dejan de preguntar para cuando tengo un hijo si ya llevo más de 2 años casada. Esto es algo fatigante que solo hace que me deprima, ¿por qué tengo que complacer a los demás? ¿es un hijo la felicidad en un matrimonio?”, se pregunta Catrina.
Cuando un niño llega a una casa implica un cambio de 180º en todos los sentidos que, en el caso de algunas parejas, puede desatar situaciones de crisis continuas. Crisis que no todo el mundo puede superar….. entonces ¿si o no da felicidad no tener hijos?
Un estudio de la Open University realizado a 5.000 personas en Reino Unido concluye que aquellos matrimonios que quieran alcanzar la felicidad plena, es mejor que se mantengan alejados de la idea de tener hijos. El estudio argumenta que las parejas sin hijos, se sienten más satisfechas con sus relaciones y más valoradas por sus parejas.
Esta investigación se desarrolló durante dos años, las parejas que no han tenido descendencia suelen ser más felices con su relación y valoran más su compañero o compañera.
Pero tampoco te tires al drama, esto no significa que si ya tienes hijos estés condenada a una vida miserable, infeliz y amargada por el resto de tus días, y es que este estudio también demostró una cosa importante que la mayoría de las personas con hijos olvidan: valorar a tu pareja.
Resulta que una de las claves para mantener las relaciones sanas es decir “Gracias”, hacer cumplidos con frecuencia y hacerle notar a tu pareja lo mucho que te importa.
¿Qué parejas son más felices, las que tienen o las que no tienen hijos?
Otra investigación realizada por la Universidad de Princeton y la Universidad de Stony Brook, indica que las personas con hijos se sienten igual de satisfechas que aquellas que no los tienen, aunque sufren de más altibajos, ya que tienen mayores responsabilidades.
En el estudio, los especialistas aseguran que existen muy pocas diferencias entre la satisfacción que sienten respecto a su vida quienes tienen hijos y quienes no, una vez que descartan otros factores, como el ingreso, la educación, la religión y la salud.
Tener o no tener hijos una decisión clave
Una vez que fueron eliminados otros factores, los investigadores no encontraron diferencia en el grado de satisfacción que ambos grupos sentían respecto a su vida. Los investigadores lo explicaron con un ejemplo simple:
“Yo elijo una naranja porque me gustan las naranjas. No hay razón para pensar que tu experiencia es mejor que la mía”, aseguran.
“La naranja es diferente a las manzanas. Tener hijos es diferente a no tenerlos. No significa que uno sea mejor que otro”. El estudio analiza una encuesta realizada a casi dos millones de estadounidenses y descubrieron que hay una diferencia entre quienes tienen hijos y quienes no: los padres tienden a experimentar más altibajos.
Personas con hijos tienen problemas más intensos
Una de las personas encuestadas indicó que ver crecer a sus hijos era el mayor gozo de su vida, pero también aseguró que el hecho de querer darles una buena vida a todos ellos causa un gran estrés que agrega tensión al matrimonio. En este sentido, las parejas sin niños son más felices con su relación y con sus parejas.
En el caso de los matrimonios con hijos, las madres dijeron que sus hijos son lo más importante. Lo que no significa que las relaciones no funcionen, sino que existen diferentes prioridades.
Las parejas con hijos entran en una rutina la cual vuelve más difícil la relación
Los autores descubrieron que las parejas con hijos suelen entrar a una rutina en la que la madre suele pasar más tiempo con los hijos que con su pareja, lo que suele desgastar la relación, mientras que las parejas que no tienen hijos pasan más tiempo juntos y esto permite que la relación se mantenga sólida, sana y fuerte.
De hecho esta investigación también encontró que los padres heterosexuales realizan menos esfuerzo en su relación, colaboran menos en las tareas del hogar y son menos propensos a decir “Te amo” o hablar de intereses compartidos.
Sin duda, ser padres es una aventura. Pero así como existen muchos casos de parejas con hijos que son muy felices, también hay grandes historias de amor protagonizadas por dos personas que de una forma libre han decidido no dar ese paso, y en ningún momento se arrepienten de ello. Reflexiona sobre si quieres vivir una relación de pareja sin hijos, porque tu felicidad depende de ti.
No existe un único mapa de la felicidad, tú personalizas tu propio camino con tus valores. Si te cuesta decidirlo o si tienes un conflicto de pareja debido a este tema, quizá la ayuda de un psicólogo te venga bien.
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