Piense y Sonría

 Con la inocencia que caracteriza al buen Pepito, que como todo niño es muy curioso y preguntón, un día candorosamente dice a su mamá:

•- Maaa… los pedos pesan?

— Esteee!… no mi’jito… ¿por qué? 

•- Ay!, entonces ya me hice k-kita.!!

 

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 Dos ganaderos, de esos muy atravancados, están recargados en la cerca y mientras se fuman un cigarrillo platican. En eso uno de ellos pregunta:

–Oíga compadre… ¿sus vacas fuman? 

-No compadre…. cómo cree?

— Ah!, pues si sus vacas no fuman… po’s entonces se le está quemando el establo!!   

 

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 Dos tipos, ya bien ped…estales, platican en la cantina del pueblo:

— La vida se nos ha vuelto insoportable, le dice uno al otro… Mi vieja y yo llevábamos 10 años de casados y no habíamos encargado familia; al fin una vez creímos que estaba embarazada. La panza le iba creciendo a diario. Pero el médico dijo  que no había embarazo; que “aquello” era un puro aire.

•– Bueno hombre -dice el otro- pero de que te preocupas si eso ya hace mucho que pasó.

— Po’s sí! -responde el tipo-. Pero ahora todos los chiquillos del pueblo la persiguen para que les infle los globos.

       (no le entendí… je! je!)

 

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 Clodoveo llega muy temprano a la iglesia y con decisión, el jovenzuelo, dice al párroco:

— Vengo a que me case con mi Betty

•– No hijo… no te puedo casar con tu Betty. 

— Pero ¿por qué no, padre?… ¡Si yo la quiero!’

•– Si hijo, pero no puedo casarte con ella.

— Pero Padre… ¿por qué no???

•–Pues porque no hijo…. ¿como te voy a casar con una muñeca inflable?

 

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• ¿Pero cómo se te ocurrió decirle a tu mujer la noche de bodas, que “cuánto”? 

–¿Si verdad???… Creo que la regué.

• Y gaaacho!!… Lo correcto era esperar que ella te cobrara!