Todos mentimos… Los niños comienzan a mentir alrededor de los 4 o 5 años de edad, y por lo general, continúan durante el resto de sus vidas. Durante esta temprana edad, el niño no miente por malicia, sino para saber qué es lo que puede manipular a su alrededor. Eventualmente, comienza a mentir para salirse de situaciones problemáticas o para conseguir cosas que quiere. Ya de adulto, mentimos para varias razones. Entre ellas:
Algunas veces, el mentir es hereditario. Existen personas que mienten porque las mentiras forman parte de una personalidad sociópata. Este grupo de personas miente mucho y a propósito, por ganancial personal. Muchas veces, sus mentiras causan que tengan graves problemas con la ley. El mentir va empeorando con el tiempo. Al mentir, sienten un “rush” al poder manipular a los demás con sus mentiras. En cierta forma, es control.
Mentimos porque venimos de infancias caóticas y desorganizadas y de familias disfuncionales.
Mentimos basado en la disciplina que se nos aplica. Castigos violentos conducen a la mentira en el niño y luego en el adulto. La mentira evita el castigo severo.
Mentimos por ser diplomáticos y quedar bien.
Por ser inseguros y querer ser aceptados y vernos bien.
Para evadir ser responsabilizados o castigados por la ley.
Para sentirnos importantes, (soy amigo de alguien famoso)
Por avaricia, poder, dinero y admiración.
Por miedo, (lo que puede suceder si decimos la verdad puede ser muy negativo).
Por hábito. El mentir y mentir crea un hábito compulsivo.
Aceptar que mentiste y confesárselo a la persona a quien le mentiste, lo más pronto posible.
No entres en situaciones donde después no te puedas salir, y donde entonces tengas que mentir para poder resolverlas y quedar bien.
No trates de ser perfecto/a. Si te exiges mucho, no vas a poder lograr todo lo que te propones o a lo que te comprometes. Por lo tanto, vas a tener que mentir.
Si te comprometes en algo, hazlo de corazón. Si no, te vas a salir de ello y vas a tener que mentir.
Considera las consecuencias de tus mentiras, tanto para ti como para lo otra persona.
Usa tu sentido del humor. Esto hace que sea más fácil decir tu verdad por muy difícil que esta sea, en lugar de mentir.
Recuerda que el mentiroso eventualmente es descubierto. Llega a crear una telaraña de mentiras tan complicada, que eventualmente no puede recordar todas las mentiras que ha dicho. Ten el valor de hablar siempre con la verdad, pero sin ofender. Eventualmente te darás cuenta de que la verdad te liberará. Para más información puedes visitar mi Facebook oficial Facebook.com/DoctorEduardoLopezNavarro/
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