Las bajas temperaturas que se presentan en invierno suelen causar estragos en las plantas, por lo que muchas requieren de cuidados extras durante esta época del año, y aún así, no siempre es suficiente, por eso es difícil verlas florecer. Pero, para ciertas plantas, el frío no es ningún inconveniente por el contrario, su encanto surge precisamente con éste. Nos referimos a las prímulas, cuyo florecimiento se da en pleno invierno.
Las prímulas son famosas porque resisten a la perfección las bajas temperaturas y puedes plantarlas en el jardín sin problemas. Lo único a lo que teme este ejemplar es al hielo, ya que arruga sus hojas y puede llegar a deteriorarla.
Esta especie de planta prefiere los emplazamientos más sombríos para poder desarrollarse con normalidad. El sustrato que más les gusta es el humífero, y sobre todo se suelen situar debajo de los árboles caducifolios. Las hojas que caen al suelo enriquecen la tierra de esta planta.
Con respecto al riego, estas especies necesitan estar hidratadas en todo momento y tener un sustrato húmedo, porque si no las flores se ponen marrones y se arrugan.
Problemas comunes de las prímulas
Como todas las especies, a pesar de su resistencia, también surgen complicaciones que pueden deteriorarlas hasta acabar con estas preciosas flores. Uno de los problemas que se pueden encontrar es cuando las hojas se quedan secas y esto suele darse sobre todo en días en los que el sol sale y el frío no suele ser protagonista. Se origina el rocío sobre las hojas que suele provocar la aparición de ciertas enfermedades.
Además, el sol puede provocar quemaduras en las hojas. Para evitar estos problemas hay que utilizar los productos adecuados, si pueden ser orgánicos mucho mejor, e intentar colocar estas especies en lugares en donde la sombra sea la protagonista.
Si el problema de tus prímulas (si las tienes en casa) es que las flores no crecen, debes taparlas con un material que les permita respirar. Una vez que hayan pasado 3 días aproximadamente, comenzarán a crecer mostrando sus características flores.
Las plagas suelen ser otro de los enemigos de las prímulas y de todas las especies que puedas tener en tu hogar. Si ves que el follaje está roído y que sale el sol en invierno ten cuidado porque los culpables del destrozo son los caracoles. Las soluciones más efectivas suelen ser los cebos granulados. También puedes utilizar el remedio casero de las cenizas y la cáscara de huevo machacada y colocada alrededor del ejemplar afectado y dañado.
Cuidados en cada estación
El invierno es sin duda alguna la estación ideal para esta especie, ya que en esta época surge su encanto a todo color. En primavera es el momento de reposo, ya que las prímulas bienales desaparecen del terreno esperando para la plantación del año siguiente. Las especies vivaces continúan su proceso de floración, pero no es tan intensa como en invierno.
En pleno verano puedes preparar bandejas para multiplicar las prímulas y realizar semilleros para que crezcan sanas y fuertes con un sustrato de calidad. En otoño, debes realizar las últimas siembras en semilleros protegidos.
Las prímulas son plantas muy especiales que no suele desentonar y combinan muy bien con casi cualquier ejemplar.
Siguenos en Redes Sociales
El Aviso Magazine El Aviso Magazine El Aviso Magazine