“PROS Y CONTRAS”, DEL HIJO ÚNICO!

Ofrecerle un mejor estilo de vida; proporcionarle mayor atención, son algunas de las razones por las que ciertas parejas deciden tener sólo un hijo…. Pero ¿es esto recomendable?

Hace poco me puse a recordar la historia de mi tía María Luisa. Para tener a su primer hijo sufrió mucho, su sangre rechazaba al bebé porque ella produce más anticuerpos que los demás, y tenía que inyectarse en el vientre. Nada más de imaginarlo me duele la panza. A pesar de las advertencias de los médicos, y en contra de todo lo racional, volvió a embarazarse “No quiero que mi hijo sea único”, fue su razonamiento.

HIJO ÚNICO… ¿BUENO O MALO?

Las amistades de mi hermana a menudo le dicen que le dé un hermano a su hija, pues los niños únicos se acostumbran a creer que el mundo se mueve a sus pies.

Algunas personas (me incluyo) opinan que el tener un  solo hijo es un acto algo inapropiado e incluso egoísta, pues el compartir debe formar parte de la vida de toda persona. Por eso yo sugiero a mis amigas a que tengan más de un hijo.

Una amiga mía llamada Flor me cuenta: “Mi marido y yo decidimos pararle después de Silvana. Aunque la queremos mucho, las noches sin dormir nos dejaban muy mal. Además, no concibo la idea de volver a dejar mi trabajo porque lo disfruto mucho”.

Esto puede ser que sea cierto; sin embargo, los expertos tienen una opinión muy distinta. Ellos afirman que los niños con hermanos y hermanas manejan una escala de valores más sólida.

Cierto es, y así se ha comprobado que los hijos de familias reducidas, y en especial los hijos únicos, suelen tener los más altos coeficientes intelectuales, seguramente por toda la atención que reciben durante su desarrollo. Pero ojo¡, esto no les evita el sufrimiento de la soledad, no se les anima a que jueguen y se relacionen estrechamente con otros niños de su edad.

La única forma de que un hijo único no necesite de hermanos, es que usted como padre, no pretenda sustituir a otros amiguitos de la edad de su hijo, sino que sepa cómo inducirlo para que se mezcle y relacione con otros niños. Una forma para lograr esto, es invitar seguido a sus amigos de la escuela a que vayan a jugar a casa y mantenerse en contacto con familiares y amigos que tengan hijos de la misma edad.

FACTORES IMPORTANTES A SEGUIR

Para que el hijo único no se convierta en un rebelde, chillón y vanidoso sin causa, es necesario que los padres, aunque les cueste trabajo, le hagan ver que ustedes como adultos, tienen otros intereses y ocupaciones, para que no crea que es él o ella el centro del universo.

Cierto es que los niños necesitan que sus padres les dediquen tiempo; su madurez les dirá cuándo y cuánto. Algunos de los niños más felices que puedes ver tienen muy pocos bienes materiales; en cambio, cuentan con el amor de sus padres, con su dedicación. Eso es lo esencial.

Veamos el caso de Martha, que decidió tener un solo hijo porque ella había sido la hija pequeña de cuatro y sentía que se había perdido de muchas cosas. “Crecer en una gran familia tiene sus ventajas, pero también significa que tienes que perderte otras. Tengo una prima que es hija única y siempre tenía las cosas que yo no podía tener. Ahora quiero que mi hija lo tenga todo. Además, no estoy dispuesta a retirarme de mi trabajo y volver a pasar los nueve meses de embarazo y los meses que les siguen”.

Al respecto, dicen los especialistas que cada vez más las parejas optarán por tener un solo hijo, pues las mujeres esperan más tiempo para ser madres, y están menos dispuestas a centrar sus vidas en la maternidad. Parece claro que los hijos únicos reciben lo mejor y lo peor de sus padres, el máximo de atención, pero también el máximo de tensión y de los problemas derivados de la inexperiencia de los padres primerizos.

Lo más importante es que cada hijo sea amado por sí mismo y no por lo que pueda aportar a la estructura familiar o personal de mamá o papá.

Por Constanza Villeda