Cuando se quiere ofender a una mujer en el aspecto sexual, sobre todo el hombre, suele utilizar cualquiera de estos dos frases, según sea el caso: “es que ella es una insaciable (o ninfómana)…
Cuando se quiere ofender a una mujer en el aspecto sexual, sobre todo el hombre, suele utilizar cualquiera de estos dos frases, según sea el caso: “es que ella es una insaciable (o ninfómana) y la otra. “es una frígida”. Y el concepto de esta última frase es lo que analizaremos hoy: ¿Qué es eso de la “frigidez”?…
Bueno, empecemos por decir que la frigidez es un trastorno sexual que llega a afectar las relaciones de la pareja. Es una falta de deseo, ausencia de excitación e incapacidad para experimentar placer sexual. Aunque no es un dato muy conocido, sólo una de cada tres mujeres logra alcanzar el clímax durante la práctica sexual y el 10% del total no lo logra nunca. En torno a la frigidez se han escrito muchas cosas, unas acertadas y otras no tanto, pero lo cierto es que si no se busca solución puede llegar a convertirse en un serio problema.
¿Cuándo y por qué aparece?: Al ser un trastorno sexual de origen físico y psicológico, la mujer no manifiesta deseo sexual y por lo tanto su cuerpo es incapaz de lubricar la zona vulvar durante la práctica del coito, no llegando a obtener una sensación satisfactoria e incluso eso sí, dolorosa.
El problema puede aparecer en cualquier momento, pero normalmente viene asociado a estados de ánimo o conflictos emocionales, aunque también puede ocasionarse por causas de tipo orgánico u hormonales como cirugías, operaciones o enfermedades de la vagina.
La mayoría de las veces el problema es de índole psíquico, no orgánico. Puede ocurrir que las primeras experiencias sexuales hayan sido nefastas, hasta desagradables, y que en la mente frágil de esa mujer piense, que la sexualidad es así. A partir de entonces y aunque desee al varón y hasta socialmente pueda ser una buena compañera, cada nueva experiencia sexual supondrá, poco menos que un sacrificio.
Indudablemente hay otras causas, como son los estados depresivos (a veces crónicos) las continuas peleas de pareja, los apuros económicos, la falta de intimidad, vivir muchos años en casa de los padres es siempre un factor de riesgo.
Entre las enfermedades que pueden causar ausencia de placer sexual y, por tanto de orgasmo, tenemos al hipotiroidismo, la diabetes, la esclerosis múltiple, la cistitis, la menopausia, la endometrosis o la distrofia muscular. En cuanto a los fármacos negativos están los anticonceptivos orales, los antihipertensivos y los tranquilizantes.
¿Tiene solución?: La frigidez no suele ser un estado crónico sino que es de fácil solución, pero existen casos que sí lo son. Este tipo de casos están asociados a malas experiencias sexuales como violaciones, abusos o bien problemas vinculados directamente con la pareja; puede darse el caso que la pareja sólo busque el placer propio y no se preocupe de nada más. También es importante reconocer que las distintas etapas de la vida influyen en la percepción de la sexualidad. Así pues, durante el periodo de la menopausia es fácil que el nivel de estrógenos disminuya, provocando así una falta de apetito sexual. Lo primero que hay que diferenciar es si solamente se tiene una ausencia de orgasmos o si ni siquiera tiene excitación sexual.
En las mujeres jóvenes no es frecuente encontrar una ausencia total del deseo de mantener relaciones sexuales, ya que esta característica se da habitualmente después de la menopausia y, especialmente, en mujeres viudas. En el supuesto de que nos encontremos con una mujer con pareja estable, psicológicamente equilibrada y que desee alcanzar una plenitud sexual, el tratamiento debe ir unido al diálogo con ambos miembros. Primero se les indicará la parte puramente técnica de la excitación sexual, con las caricias no genitales, la estimulación directa y posteriormente el coito. De lo que se trata es no tanto que su pareja conozca las técnicas para estimularla, sino en que la mujer conozca mejor su cuerpo y su respuesta a los estímulos. También deberá aprender que la satisfacción sexual la puede lograr mediante la estimulación a su compañero y no solamente con su propia piel.
Diferentes tipos de frigidez: La frigidez en la mujer puede manifestarse de diferente manera y puede tratarse de un problema eventual o prolongado de por vida. Se diferencian tipos de frigidez dependiendo de la manera de manifestarse.
Frigidez eventual: Es el caso más frecuente. Aparece temporalmente debido a una mala racha. En este caso el disfrute de las relaciones sexuales anteriores se hizo con normalidad y debido a dificultades en el campo emocional, laboral o económico, la mujer se ve presionada por exigencias y responsabilidades que no le permiten pensar en nada más. Otro hecho que agrava la situación de las consecuencias de esta disfunción, es el sentimiento de culpa al no poder ofrecer a su pareja una relación normal y la angustia por conseguirlo.
Disfunción permanentemente: Es posible llegar a estos casos si no se pone remedio a la frigidez eventual, porque cuando no se consigue placer progresivamente se pierde el deseo. Este tipo de frigidez normalmente va asociada a problemas hormonales o de tipo orgánico.
En cualquier caso el apoyo y comprensión de la pareja es vital para superarlo, pero ante todo se recomienda buscar ayuda psicológica para un tratamiento específico para cada caso.
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