Querida Doctora Consejos:
Yo estoy muy desesperado. Me ha dado por beber. Vivo solo. A nadie afecto con mi vicio, pero siento vergüenza que la gente se entere.
Cuando llego del trabajo me pongo a beber hasta quedarme borracho. Nunca falto a mi trabajo pero cuando otros se acercan, me alejo porque creo que traigo aliento alcohólico y me da pena que se den cuenta que soy un borracho.
Yo me vine a este país a hacer dinero y el poco que hago lo gasto en alcohol. Me hago muchos reproches pero sigo bebiendo. Mi papá fue un borracho y yo siempre pensé que nunca iba a ser como él.
Por favor ayúdeme. Necesito parar este vicio pero no sé cómo hacerlo. El Solitario
Querido Solitario:
Esto que piensas que a nadie afectas con tu adicción al alcohol, es incorrecto. Te afectas a ti mismo porque, bien lo dices, te avergüenzas de hacerlo y también te afecta físicamente y en tu rendimiento en el empleo.
Lo primero que salta a la vista en tu carta es que tienes muchas horas vacías. Si sales del trabajo, en lugar de ir a tu casa a buscar compañía en una botella de alcohol, mejor busca actividades que llenen tus horas productivamente. Puedes ir a una escuela a aprender algo o puedes ir a la iglesia o a un centro comunitario a ofrecer tu ayuda a otros más necesitados.
El llenar tus horas con actividades que sean gratificantes te dará esa satisfacción que tanto buscas y no encuentras en el alcohol.
Otra sugerencia es que busques un grupo de AA, donde te darán herramientas para despegarte del alcohol en forma eficiente y segura.
El último consejo para ti es: no te hagas reproches por nada. Esos sólo sirven para hacerte sentir mal. Ese tiempo de los reproches mejor aprovéchalo en hacer planes para convertirte ser mejor persona cada día.
Te deseo muy buena suerte
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