Querida Doctora Consejos:
Tengo 18 años de casada. Mi esposo es muy bueno conmigo y responsable, tenemos 3 hijos.
Me atrevo a escribirle porque necesito saber si lo que estoy haciendo está bien o no.
Mire usted, hace como 9 meses voy a terapias de masaje con mi esposo. Todo empezó porque un día le comenté que me dolía mucho mi cabeza y todo el cuerpo.
Entonces me llevó a un lugar de esos donde soban. Le confieso que la primera y la segunda vez me molesté un poco porque “dizque” dan desalojos esenciales, corporales y espirituales, limpias con hierbas, huevos y veladoras.
Después me gustó porque ¡viera qué bonito rezan! Y con la sobada me siento tan bien que tarde se me hace para regresar.
Y como le digo, mi esposo y yo vamos juntos. Ahora, mi pregunta para usted es ¿está bien lo que hago?, por mi parte ya me acostumbré a eso. ¡Viera qué a gusto me siento cuando salgo de ahí! Dígame por favor, ¿hago bien o hago mal? Dígamelo Doctora, por favor.
Atentamente, — La Preocupada
Querida Preocupada:
Creo entender por qué piensas que estás haciendo mal. En muchas personas existe la creencia que el placer es algo malo que debe ser rechazado como si fuera ofensivo para las buenas costumbres o la moralidad, pero no es así.
El placer debe ser parte integral de la vida de un ser humano. Los masajes que te dan y el ambiente de oración que encuentras en el lugar al que vas, te relajan y te hacen sentir bien, tanto a ti como a tu esposo.
Yo no encuentro nada reprochable en eso que describes, me preocuparía si las personas que te da el masaje empezaran a decirte que tienes una “maldición” y que necesitas pagar “equis” cantidad de dinero para “curarte”.
Si así fuera, yo saldría corriendo de ahí. Otro asunto que prendería una luz roja de alarma, sería que el lugar estuviera sucio o presentara algún riesgo de salud para ti y tu familia. Pero si te cobran un precio razonable y previamente establecido por los servicios y el lugar cumple con las normas de higiene básicas, yo no veo por qué tienes qué estar preocupada.
Dices que tu esposo es muy trabajador y supongo que tú también lo eres. Entonces ve y disfruta esos momentos de relajación.
Todos merecemos darnos un descanso y algunos gustos después de cumplir adecuadamente con nuestras obligaciones.
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