Racismo Radiofonico.

Camino a los estudios de Azteca America, por las mañanas o ya por la tarde-noche, cuando regreso a casa, me ha dado por escuchar algunos programas de radio en inglés que se transmiten a través de la

Camino a los estudios de Azteca America, por las mañanas o ya por la tarde-noche, cuando regreso a
casa, me ha dado por escuchar algunos programas de radio en inglés que se transmiten a través de la banda
de AM. Como no pienso hacerles publicidad de a “gratis”, sólo voy a decirle que hay una en especial que
en California se dedica todo el santo día a pegarle a los demócratas y a los hispanos -de estos últimos,
sobre todo a los indocumentados-.

¿Los políticos…? ¡Qué se defiendan solos!, pero en verdad me duele la forma tan despectiva en que se
expresan de nuestra gente. Los escucho porque me preocupa lo que están diciendo. Sus locutores, seguramente
actúan siguiendo “línea” desde Washington. El problema es que, a través de esta agenda con fines
electorales rumbo al 2008, también le están echando más leña al clima anti-inmigrante de un modo que
ya está llegando a los extremos del odio racial.

La semana pasada, por ejemplo, invitaron al auditorio a llamar por teléfono para quejarse de cómo: “mi
vecindario se está transformando en una basura por culpa de los hispanos”. La primera llamada fue la de
una mujer que dijo estar “harta de un grupo de “mexicanos” que utiliza su calle para dormir dentro de sus
autos y que -aseguró-, hacen sus necesidades fisiológicas en las aceras”.

Otra, relató como sus vecinos -otra vez “mexicanos”, según ella-, continuamente organizan ruidosas
fiestas hasta muy altas horas de la noche, en las que se emborrachan y le han faltado al respeto por ser
una mujer “blanca y atractiva”. Uno más contó que al acudir a un restaurante de conocida cadena, vio
como una madre hispana –“¡seguramente indocumentada!”, interrumpieron los locutores entre carcajadas-,
cambió el pañal de su bebé encima de una de las mesas.

Debió usted escuchar la serie de burlas e insultos racistas que acompañaron a cada uno de estos “testimonios”.
El programa concluyó con un feroz ataque a los legisladores y activistas que promueven una
Reforma Migratoria. “¿Eso es lo que quieren?” -preguntó la voz detrás del micrófono-. “¿Más de nuestras
ciudades invadidas por hispanos que sólo vienen a ensuciar nuestras calles y a contaminar nuestra
cultura?”.

Del coraje pasé a la reflexión. La inmensa mayoría de quienes venimos de países latinos, somos gente de
bien. Gente trabajadora, honesta y limpia en todos los sentidos. Pero también debemos reconocer que hay
quienes al llegar a este país no siguen aquel consejo de “a donde fueres, haz lo que vieres”. Los racistas
siempre serán insensibles e ignorantes. Pero nosotros, los hispanos, sí podemos hacer mucho por cambiar
esa imagen tristemente generalizada. Respetando, aún a la larga, lograremos que nos respeten… Digan
lo que Digan.

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