Siempre buscando el bienestar y la felicidad de las parejas
Celebramos la Navidad y qué alegría el poder compartir con ustedes, queridos lectores, un mensaje de amor y paz.
Mientras nos mantengamos a gusto con nuestra pareja será más sencillo aceptarla como es. Cuando nuestra pareja nos agrada, disfrutamos cada momento a su lado e incluso estamos dispuestos a cambiar cosas para mejorar la relación, nos preocupamos por sus opiniones, por su bienestar.
En una relación de pareja armoniosa y saludable hay dos personas que se gustan entre sí. Están de acuerdo, tienen los mismos intereses, sueños y metas, hacen de las relaciones un éxito total. El respeto de uno hacia el otro se hace notar, así como el aporte de cumplidos sinceros que ayudan a mejorar la autoestima.
Cuando se habla de una relación armoniosa se nota claramente que se trabaja en equipo, siempre buscando el bien de ambos o de todos en el caso que haya hijos, es importante que ambos miembros de la pareja se sientan en armonía de forma individual, de esta manera puede hacer aportes más positivos y que ayuden en el proceso de crecimiento.
Por eso. Abramos las puertas de nuestro corazón y espíritu para dar y recibir Amor, mientras más abierto estés a dar este precioso y maravilloso elixir más cosas maravillosas e increíbles llegarán a tu vida. El mensaje que queremos ofrecerte hoy es sobre el amor y sus maravillas.
El amor de nuestra pareja, nuestros padres, nuestros hijos, de toda la familia nos llena de alegría el corazón, nos ayuda a perdonar y a perdonarnos a nosotros mismos, nos ayuda a ver que todos somos hechos y nacidos del amor y que cuando más aprendamos a ver todo lo que nos rodea de esta forma, más amor llenará nuestro ser.
El amor es la base de toda relación. Es ese sentimiento que nos impulsa a querer estar con la otra persona, a cuidarla y a dar lo mejor de nosotros mismos. El amor nos hace sentir emociones intensas y nos da la fuerza para enfrentar juntos los retos que la vida nos presenta.
Recordemos que los que están a nuestro alrededor son parte de nosotros mismos, así que trátalos como a ti mismo, y si ves que de alguna forma le haces daño a otros, entonces es momento de recapacitar y ver que si se lo haces a otro entonces es como si te lo estuvieras haciendo a ti mismo, presta atención a tus actitudes y comportamientos hacia los demás. Deja de criticar, aborrecer y odiar a los otros, y empieza a perdonarte a ti mismo y a ellos, esto dará cabida a más felicidad en tu corazón.
El respeto, por otro lado, es el ingrediente clave para mantener una convivencia sana y armoniosa. Es reconocer y valorar la individualidad y la autonomía del otro, aceptando sus opiniones, decisiones y límites. El respeto nos permite construir una relación basada en la igualdad y en el diálogo, evitando cualquier forma de violencia o maltrato.
Cuando tanto el amor como el respeto están presentes en una relación, se crea un ambiente de confianza y seguridad mutua. Ambos se complementan y se fortalecen, permitiendo que la relación crezca y se consolide a lo largo del tiempo.
Las relaciones saludables fomentan el crecimiento personal y mutuo. Esto implica apoyar y alentar los sueños y objetivos individuales de cada miembro de la pareja, así como también buscar metas y proyectos en común.
Esta Navidad reflexiona acerca de lo que te sucedió en el año, agradece por todo ello y trata de rectificar aquello que no salió tan bien y busca las formas de mejorar esa parte dentro de ti mismo, este Nuevo Año que empieza tómalo como un nuevo comienzo y una nueva oportunidad para amar a los demás y sobre todo a ti mismo.
Cárgate de las energías que se reúnen en estas fechas y procura darles un uso constructivo en tu vida, agradece por todo y siéntete feliz por la vida que estás viviendo por los nuevos y maravillosos cambios que enfrentarás.
Abrígate el alma con luz blanca y pon todo de tu parte por acercarte más a Dios y a tu ser interior, busca esa inspiración que te hará ser una mejor persona y te permitirá brindar más amor y sabiduría a los demás. No es necesario buscarlas fuera porque todo está dentro de ti.
Y recuerda que en una relación de amor verdadero, el amor y el respeto se complementan y se fortalecen mutuamente. Ambos son necesarios para establecer una comunicación abierta y honesta, para resolver conflictos de manera saludable y para fomentar el crecimiento y la felicidad de ambos individuos
Por: Martha L.
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