Revacha latina

Lo que el presidente Bush quería evitar impulsando la reforma migratoria antes de la campaña presidencial de 2008, acaba de suceder. Como era de esperarse, todo indica ahora que los votantes…

Por: Ricardo J. Galarza/H.C.N

Lo que el presidente Bush quería evitar impulsando la reforma migratoria antes de la campaña presidencial de 2008, acaba de suceder. Como era de esperarse, todo indica ahora que los votantes hispanos le pasarán la factura a su partido por el fracaso del proyecto de ley que buscaba legalizar a los cerca de 12 millones de indocumentados. Según la última encuesta de USA Today/Gallup, sólo 11% de los latinos votarían por el Partido Republicano en los comicios del año entrante.

El dato disparó las alarmas entre los estrategas republicanos, consternados con la estrepitosa caída de 29 puntos, respecto del 40% del voto hispano que obtuvo Bush en 2004. Para mayor desvelo de los republicanos, 42% de los encuestados dijo que votaría por el candidato que surgiera de las filas demócratas; la gran mayoría, con nombre y apellido: Hillary Clinton. La ex presidenta que más apoyó la reforma migratoria, y los votantes hispanos la premian hoy con 59% de las adhesiones, según el sondeo.

En contraste, durante el debate del proyecto, muchos hispanos se sintieron ofendidos por las declaraciones de los precandidatos republicanos y, sobre todo, por las de algunos legisladores de su agrupación. De esa manera, en unos pocos meses, derrumbaron todo el capital político que Bush había ganado entre la comunidad con su histórica votación y más.

Si bien los asesores de campaña republicanos buscan estrategias para revertir la tendencia, no es mucho lo que pueden hacer; sobre todo, porque ninguno de los precandidatos parece entender el tema. Además, la base conservadora -de la que desesperadamente necesitan para triunfar en las internas- no quiere ni oír hablar de una reforma migratoria. Prueba de ello es que el único aspirante republicano que la apoya, John McCain, ha entrado en caída libre en las encuestas está a punto del descarrilamiento por falta de fondos.

Así, entre el dilema de ser derrotados en las primarias de su partido o seguir perdiendo terreno entre los votantes latinos, los precandidatos republicanos se han quedado paralizados, sin respuestas ante un sector del electorado que cada vez cobra mayor fuerza en las urnas. La última semana no asistieron a un foro de NALEO al que fueron invitados en La Florida, mientras que todos los aspirantes demócratas acudieron y prometieron seguir trabajando por la reforma migratoria.

Todo parece indicar que los republicanos no pueden descifrar el acertijo y quien sea que gane las internas la va a tener muy cuesta arriba para recuperar simpatías hispanas en 2008.

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