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¿SABES QUE TIPO DE HOMBRE ERES?

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¡Quiuuubo!, quiubo!, quiubo..!

¿Cómo la han pasado en este inicio de año, bien?; qué güeno!, qué güeno!

Y pa’que no sientan que ya no los quiero, déjenme empiezo por echándoles uno… sí!, uno de esos chistoretes sin chiste que aquí se cuentan. Se llama “El Gorila”, ojalá les guste…. ai’ ta’

Resulta que un domingo ‘x’ el zoológico de la ciudad estaba a reventar de visitantes. La atracción era un gorila recién traído de una remota región de África. 

Entre la multitud se hallaba un paralítico en su silla de ruedas.

De pronto se produjo una enorme conmoción: Por alguna razón el gorila se había enfurecido; mostraba dientes y garras en actitud de ataque; dándose tremendos golpes en el pecho y sacudía la jaula y como queriendo doblar los barrotes.

La gente retrocedía asustada…. y empezó la huida cuando el gorila logró salir de la jaula.

La gente espantada corría por todas partes, y claro, el paralítico también se apresuraba en su silla de ruedas, pero se iba quedando atrás, casi al alcance del Gorila, que corría tras de la muchedumbre.

Un guardia que acudía vio los apuros del desdichado hombre en silla de ruedas… Y empezó a gritar, a fin de que la gente lo ayudara:

‘– El paralítico! – El paralítico!’

‘– El hombre movía sus brazos como aspas, tratando de darle más velocidad a su silla, cuando el guardia volvió a gritar:

‘- El paralítico! El paralítico!’.

En eso, el paralítico se voltea y le grita con gran rencor al guardia: “Yaaa!, güey… deja que el gorila escoja,,,, hijo de tu __inche maa uuser!!!”

Je!, je!, je!… aay!, que tierno!!!

Y hablando de frijoles pintos rellenitos de escargó francés y capeados al mojo de ajo (güacala, que asco!); como les conté en el artículo anterior, el fin de año jui a mi país a visitar familiares. Fuí a 3 lugares, así que viaje en camión, pa’no aburrirme compré una revista de las que hay por allá -a ver si se me quita tantito lo jumento, pensé-…

Y de entrada leí un artículo que dejó limpida mi masa encefálica e insonora mi capacidad gutural… -¡aaay, güey!, ¿y eso qué es?- ah!, po’s eso quiere decir que me quedé mudo y todo apeneee__jado.

El artículo habla de ‘La tecnosexualidad y los tipos de hombres de la modernidad’

A decir del autor, vivimos en una sociedad digitalizada donde la moda se reinventa a sí misma a pasos agigantados y periódicamente vemos bla, bla, bla…

Según esto, todo hombre entra en cualquiera de los siguientes cinco tipos:

Retrosexual: Son varones que dedican muy poco de su tiempo (o nada) al cuidado personal. Usan prendas de los años 70 y 80. Sexualmente son cuadrados, tradicionalistas y no gustan probar nada nuevo…

¡Hmmm!, -pensé- a hombres como estos, en mis tiempos se les llamaba viejos obsoletos y tacaños; y algunos eran medio cochinones, ¡ah, pero eso sí, todos machos, muy machos!

Luego, el arti culista -sin albur, ¿ok?- dice que están los Ubersexuales, que son hombres pulcros, con estilo varonil y gran confianza en sí mismos y que influyen los destinos de quienes los rodean. Sexualmente son atrevidos, pero sin excesos ni extravagancias… Hmmm!, a estos tipos, -recordé- antes se les conocía como los hombres de las tres f’s (feos, fuertes y formales) ¡ah, pero eso sí!, todos muy limpios, y machos, muy machos!… -y no vayan a pensar que estoy hablando de mí, eh.. ¡nooo, para nada!

Luego, vienen los Metrosexuales; que son hombres preocupados excesivamente por la alimentación y el cuidado de su cuerpo, su cara y piel utilizando, si es necesario, los cosméticos y la cirugía estética. Asimismo, -dice- han aprendido a combinar la seguridad y firmeza con caracteres antes atribuidos a la mujer como la sensibilidad o la búsqueda de la belleza. Esta generación no teme mostrar sus emociones y preferencias sexuales…. ¡Hmmmmm! -recordé- de estos güeyes en mis tiempos se decía que eran amanerados con tendencias jotiles! -con todo respeto- y ¡claro!, no tenían nada de machos!

Luego está el tecnosexual. Según esto, es el ‘hombre’ que ama profundamente el estilo de vida urbano, además utiliza la tecnología como símbolo de status social. Le gusta mostrar sus gadgets como si fueran joyas, ya que para él son como un accesorio más que decora su imagen, es decir, aman de todo corazón a la tecnología. —Hmm!-me dije- a estos, en mis tiempos se les llamaba maniáticos con atracción sexual hacia las máquinas… y quién sabe si serían machos!

Finalmente, la nueva tendencia y que al parecer está muy de moda, es la de los Heteroflexibles, que es la combinación entre los metro y los tecnosexuales. Ah!, pero estos tipos, no tienen ningun problema en decir a medio mundo, que a ellos lo mismo les gusta pichar que cachar!… Úuuchala!

Y miren, yo respeto lo que cada quien piense, crea y sienta, pero lo que si te digo, mi cuate leitor, es que estás chavalón y andas con esa ‘onda de la modernidad y empiezas a preocuparte más por tu manicure o el pelito parado en la ceja, que por atender a tu dama y hacer rechinar el catre, aguas, porque pue’que al rato descubras que sientes bonito si te resollan en la nuca… Nooo!, y lo pior… es que te guste y luego quieras más! y a eso sí hay que tenerle respeto!!!!

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