SEÑALES PARA SABER SI TU RELACIÓN VA POR BUEN CAMINO.

Siempre es positivo, al llevar un tiempo con tu pareja, detenernos unos instantes y ver hacia dónde vamos, cómo nos sentimos y si tenemos aquello que nos hace bien.

Toda relación cuando comienza, nos tiene en las nubes, vivimos momentos mágicos, sentimos mariposas con cada llamada o mensaje, el mundo se detiene cuando lo ves (ya no se diga con un beso), los días tienen un brillo especial. No hay nadie que no disfrute esas sensaciones y viva con una sonrisa en el corazón. Nos vamos enamorando, compartiendo, conociendo, contando los segundos para volver a estar juntos. Pero, como en cada proceso, llega un punto en que la relación se vuelve parte de la vida cotidiana. Es allí, cuando tenemos que plantearnos si vamos por el camino correcto, ese que nos permite ser la mejor persona que cada una puede ser.

A todas nos ha tocado ver a una amiga viviendo una relación que la tiene estancada, nos platica de su vida como si hablara del príncipe azul del cuento de hadas más romántico, cuando la realidad es muy distinta (el susodicho es un celoso que no la deja ni respirar, es el menos caballeroso e incluso la trata fatal, es un controlador que le dice paso a paso lo que tiene que hacer o es un chavo con cero empuje en la vida que frena su crecimiento personal). La vemos apagada, siempre justificando actitudes o situaciones desagradables, sin darse la oportunidad de observar lo que le pasa. Otras veces, vemos mujeres que florecen en su relación, sus cualidades se resaltan a una máxima potencia, logra metas que tenían planeadas y transmiten una vibración de armonía. No existe la pareja perfecta. Con esto no quiero decir que nos juntemos a llorar las penas, veamos las fallas del otro con una lupa o que terminemos de golpe porque las mariposas ya no se sienten tan intensas. En cada situación encontraremos cosas que arreglar. Lo que significa es escucharnos a nosotras mismas, saber si el compartir con la persona que ocupa nuestro corazón nos aporta, dormimos en paz y fluimos llenas de fuerzas e ilusión. Nos merecemos relaciones positivas, que nos permitan construir la realidad que queremos y disfrutar todo lo que la vida nos tiene preparado.

COMUNICACIÓN:

Aprender a decir lo que pienso y siento es fundamental. Sé que no siempre es fácil, pero abrir los canales para hablar (desde lo más trivial hasta los sentimientos y deseos más profundos) permite conocerse y compenetrarse. Si hablan, llevan ganado un muy, pero muy buen terreno.

RISAS:

Las mejores relaciones son aquellas en que hay risa de por medio. Reírse los acerca. Si tienen el mismo sentido del humor, los días se vuelven ligeros y los problemas más llevaderos.

ESPACIO:

El estar con alguien no significa que TODO lo deben hacer juntos. Cada quien tiene sus amigos, familia y gustos. Es básico que tengan tiempo solos, así, cuando vuelvan a verse, disfrutarán de su compañía mucho más. Dar espacio y respetar la individualidad los fortalece. Créeme.

ADMITIR LOS ERRORES:

Aceptar un error evita malos entendidos que a la larga pueden traer disgustos innecesarios. Dilo sin miedo. ¡Todos nos equivocamos, no pasa nada!

CONSTRUCCIÓN DE FUTURO:

Puede ser tan sencillo como planear el próximo fin de semana, hasta si creen en el matrimonio o cuantos hijos quiere cada uno. Saber que tienen metas en común, permite desarrollarse en calma y construir.

PERDÓN:

El saber perdonar a la pareja (sin ir en contra ti misma), es necesario para una relación saludable. De nada me sirve guardar resentimientos que más adelante me harán explotar o generar una pelea. Si estoy segura que quiero continuar con él, debo perdonar y soltar para poder avanzar.

RESPETO:

Cada ser humano tiene limites diferentes, aquellos que nos hacen sentir bien o decir que NO cuando algo nos incomoda. Conocer y respetar los límites del otro permite valorarse y entenderse. ¡Exprésate!

CONFIANZA:

De qué sirve tener pareja si quieres conocer cada uno de sus pasos como sistema GPS, revisar su celular por si acaso alguna “amiga” lo buscó, o hablarle cada 10 minutos para saber con quien está. Confiar en el otro es determinante para que las cosas funcionen, la desconfianza y los celos pueden convertirse en el peor infierno que seguro terminará separándolos para siempre. Si no hay confianza, no hay nada…

VALORES SEXUALES SIMILARES:

La química es fundamental, es una de las bases que sostiene a la pareja. Es importante que disfruten lo mismo, que te sientas cómoda y segura, para que, sus momentos íntimos, sean una experiencia única.

INTERESES EN COMÚN:

¡Disfrutable! Los dos aman el cine, les encanta la lectura o escuchar música, son fanáticos de los deportes, les gusta hacer ejercicio o recorrer museos. Cualquier que sean sus gustos, si comparten lo que tanto aman seguro vivirán anécdotas inolvidables.

AMOR:

Por más obvio que parezca, debe existir un cariño real entre ustedes. Cuando queremos a otra persona, buscamos su bienestar, disfrutamos su presencia y formamos un vinculo desde el mejor lugar que existe. Enamorarse cada día de la misma persona… es amor.