Sentir y reaccionar

Cuando hay un estímulo muchas veces, como consecuencia, viene una reacción. Estos estímulos pueden ser físicos o verbales. La reacción, en general, es inmediata y determina lo que vendrá después ante esa situación. Ahora bien, si usted descubre y reconoce el tiempo que hay entre un sentimiento y su reacción, si puede utilizar ese espacio para pensar con inteligencia cuál es la mejor reacción, seguramente será más fácil elegir la más útil para las dos partes.
Aquello que, en definitiva, será lo mejor para usted y para la otra persona. Todas las veces entre un estímulo y la reacción hay un tiempo, y todo lo que decide hacer es una elección suya, le guste o no. Muchas palabras son el producto de otras que generaron el estímulo. “Le dijeron algo que le dolió tanto que tuvieron que venir de vuelta palabras aún más dolorosas. Era la manera de quedar a mano, pero el futuro se iba cambiando a través de estas palabras en las que nadie se tomaba el tiempo para medirlas. Las consecuencias y las heridas quedaron para siempre…
Fue como si una copa de cristal cayera en el suelo sin poder arreglarla jamás”. Uno de los puntos más importantes para vivir mejor es reconocer el estímulo y tomarse el tiempo para elegir la reacción. Tendrá una vida más inteligente y con menos errores, donde cuidará más a los otros y se cuidará más a sí mismo. El estímulo y la reacción es, en definitiva, lo que hemos aprendido como “¡Cuenta hasta diez!”. Cuando te enojas, cuando te sales de tus cabales o te pones nervioso, cuando pierdes el control, ¡Pues, cuenta hasta diez! y este es el tiempo que hay entre el estímulo y la reacción para evitar de cometer grandes errores.
Su reacción es siempre su compromiso a su elección. Aunque usted crea que no lo es y se esté engañando diciendo, “¡Yo soy así!” Usted está eligiendo como reaccionar y es absolutamente su responsabilidad. Por lo tanto, tendrá que afrontar todas las consecuencias que vengan a esa reacción.
¡Conteste, responda, muéstrese! Pero siempre tomando ese tiempo que le dará la calma para frenar sus impulsos de enojo o emociones negativas. Y el respeto suficiente enfrente a la otra persona para mostrar con confianza cualquier punto de vista que tenga. Sentirá que es maravilloso tener este control en uno mismo para poder proponer, o preguntar o mostrar su punto de vista.
Si lo desea puede contactar a Jorge Rabaso a través de su email: rabaso@rabasoeducation.com, puede visitar la página: www.las12llaves.com o ver sus vídeos aquí: Video 12 llaves