La persona perdedora, en general, nunca puede hacer nada. Dice que nació “así”, que se descontrola por muchas cosas, que nunca lo dejan hacer lo que él quiere, que no tiene suerte, que el destino le juega malas pasadas. Siempre debe hacer las cosas de la misma manera, no se arriesga a probar algo distinto; generalmente se siente agredido y está en permanente estado de defensa. Siempre es víctima de un destino que cree que le juega en contra y culpa a lo externo… de su poca suerte.
No tiene metas, no sabe manejar el tiempo, no trata de comprender al otro, no trabaja en conjunto con otras personas y no cuida de nadie salvo de sí mismo. Su peor enemigo es él mismo porque, además, cree que siempre tiene la razón en todo. La persona ganadora, en cambio, busca siempre otras alternativas para hacer las cosas, optando por otro enfoque. Compara los distintos caminos, controla sus sentimientos, elige la mejor respuesta, se queda con lo que prefiere, es responsable, juega a ser decidida y, cuando se equivoca, lo toma como una oportunidad de aprendizaje porque sabe que en las situaciones más difíciles es donde más se aprende.
Es indudable que en las situaciones límites se ocultan a veces las mejores oportunidades de cambio. También la persona ganadora tiene metas claras en su trabajo y en su vida, maneja el tiempo organizándose, piensa en beneficiar se siempre pero cuida que los otros también se beneficien.
Trata de comprender primero y ser comprendido después, entiende que trabajar en conjunto es mucho más efectivo y cuida de su persona más que a nadie. Cuida su parte social, de aprendizaje, su relación con la naturaleza y su salud. Sabe que siempre hay un lugarcito en ella que quiere seguir aprendiendo, y que continuamente hay mucho para aprender. Perdedores: malhumorados, pesimistas, chusmas, víctimas, culposos, amargados Ganadores: Alegres, Optimistas, Satisfechos, Contentos, Orgullosos, Activos Seguramente todos tenemos en nuestro interior muchas de estas actitudes: las de los perdedores y las de los ganadores y es más inteligente elegir la actitud positiva, es decir, la de los ganadores. Es importante darnos cuenta cuando tomamos una actitud negativa y poder cambiarla, reconociendo que no nos hará bien. Del elegir entre estas actitudes depende la alegría o el dolor de nuestros corazones, y uno de los secretos de la felicidad es saber elegir o probar la actitud de los ganadores. Porque si no lo puede elegir, al menos valdrá la pena intentarlo…
Si lo desea puede contactar a Jorge Rabaso a través de su email: rabaso@rabasoeducation.com, puede visitar la página: www.las12llaves.com o ver sus vídeos aquí: Video 12 llaves
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