EFE
Corea del Sur y Estados Unidos han decidido desplegar su futuro escudo antimisiles THAAD (siglas de Sistema de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud) en una región central del país asiático, según adelantaron hoy fuentes de Defensa de Seúl…
El condado de Seongju, ubicado en la provincia de Gyeongsang del Norte y situado en un área montañosa a unos 296 kilómetros al sur de Seúl, acogerá el futuro sistema diseñado para interceptar misiles en su fase de vuelo terminal, señalaron las citadas fuentes a la agencia local Yonhap.
Estados Unidos y Corea del Sur han elegido esta región del interior del país asiático, donde las fuerzas aéreas estadounidenses ya cuentan con una batería antimisiles tierra-aire, tras tener en cuenta que su geografía es apropiada para el THAAD y que tiene una baja densidad de población.
La citada batería aérea, instalada en la localidad de Seongsan a unos 400 metros de altura sobre el nivel del mar y cuenta con un despliegue permanente de 170 soldados, y la población más cercana (Seongju) se encuentra a 1,5 kilómetros de distancia.
Está previsto que ambos países anuncien oficialmente la ubicación del THAAD la próxima semana, mientras que el nuevo sistema antimisiles se desplegará hacia finales de 2017.
Los misiles del THAAD tendrán un alcance aproximado de 200 kilómetros, por lo que su ubicación en Seongju permitiría interceptar proyectiles dirigidos contra las bases estadounidenses de Pyeongtaek (norte del Corea del Sur) y Gunsan (oeste).
Corea del Sur y Estados Unidos sellaron el pasado día 8 definitivamente el acuerdo definitivo sobre el THAAD, que pretende hacer frente a los programas armamentísticos de la vecina Corea del Norte y que no contenta a China, aunque hasta ahora se desconocía su ubicación concreta.
Los dos aliados comenzaron a negociar el despliegue del sistema de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD) poco después de que el régimen de Pyongyang realizara su cuarta prueba nuclear subterránea y lanzara un cohete espacial con tecnología de misiles balísticos intercontinentales en enero y febrero, respectivamente.
El THAAD ha generado fuertes protestas tanto de Corea del Norte, que lo considera una amenaza directa a su seguridad y ha advertido de que atacará a Washintgon y a Seúl si siguen adelante con el proyecto, como de China y en menor medida de Rusia.
Pekín se opone al despliegue del sistema al considerar que sus radares pueden captar información militar confidencial china, mientras que Moscú ha denunciado que el sistema permitiría inspeccionar espacio aéreo de algunas regiones de su extremo oriental. EFE
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