Hacer el amor y no la guerra es lo que trata de promover la página israelí “Parpar1”, que propone el sexo entre árabes y judíos como solución alternativa al interminable conflicto de Oriente Medio…,
Hacer el amor y no la guerra es lo que trata de promover la página israelí “Parpar1”, que propone el sexo entre árabes y judíos como solución alternativa al interminable conflicto de Oriente Medio…, y además en la página web se asegura que aunque lo parezca, NO!, NO ES UNA LOCURA!
“En los periódicos se lee siempre sobre guerra, ataques, asesinatos…. Si la gente tuviese más sexo pensaría menos en el conflicto”, dijo a EFE Shay Malul, programador informático de 44 años y copropietario del negocio.
En pro de este objetivo, www.Parpar1.com ofrece estimulantes imágenes con protagonistas nacidos en Oriente Medio y bajo títulos como “Milicia Talibán”, “Temblor Árabe”, “Orgasmo Judío” o “Sexo en el Ejército” en las que, entre otras cosas, se puede ver a judíos y árabes en escenas pornos.
Escenas lúbricas entre las dunas del desierto, mujeres desnudas tocadas con un pañuelo beduino del que sólo asoman los ojos y otras muchas imágenes provocadoras tratan de excitar la imaginación y fomentar en esta web el “sexo intercultural”.
“Grabamos de forma profesional a hombres y mujeres que no son actores profesionales. Esto es sexo real: sin maquillaje y sin silicona, es como ver a tu vecino”, explica Malul.
Malul y su socio, Avi Levy, iniciaron el negocio en el 2001 y están orgullosos de haber encontrado lo que consideran un lucrativo nicho de mercado. Según ellos, cada día entre 20.000 y 50.000 personas pagan por ver los cientos de videos de Parpar1.
“Hasta ahora no había israelíes en porno. Había americanos, alemanes, indios, ingleses, pero no había israelíes, porque es muy difícil encontrar chicas aquí que estén dispuestas. Este es un país muy pequeño, con sólo 7 millones de habitantes, y todo el mundo conoce a todo el mundo”, dice Malul, que asegura que al principio fue difícil lidiar con las reservas de las israelíes.
Pero pronto encontraron candidatas y mucho menos les costó encontrar aspirantes masculinos dispuestos a participar en los videos. Ahora cuentan con un plantel de unas 80 mujeres y 200 hombres que protagonizan
las cintas amateurs.
La página, sin duda, ha logrado atraer la atención en Oriente Medio y según sus propietarios, está causando sensación no sólo en Israel, sino también en países árabes como Siria, Egipto e Irán, EEUU y varios europeos, incluido España.
Por 250 shekels al mes (unos 75 dólares) los clientes tienen acceso a las películas en las que el sexo trata de relajar la tensión regional y sustituir con “escenas hermosas”, según los promotores, las duras imágenes de un conflicto que dura ya más de seis décadas.
Bien sea por el morbo de la novedad o el atractivo de conocer íntimamente al enemigo, la cuestión es que la propuesta de Parpar parece tener más éxito que muchas otras iniciativas de paz. Ana Cárdenes // EFE
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