¡Qué pasó razaaa!, ¿cómo la han pasado, de pelos!?… Po’s ojalá que sí!, hoy no voy a empezar con el chistorete acostumbrado, sino más bien les voy a contar lo de una nueva y grave enfermedad llamada “Sordera Testicular”… así ‘sta la cosa:
Resulta que el sábado pasado llegó Luigui (así le dicen de cariño al güey) borracho a su casa y de inmediato su esposa comenzó a gritarle mil y un fregaderas, pero él no reaccionó; parecía como que estuviera completamente sordo.
El domingo ella se levanta temprano, lo despierta a codazos y otra vez empieza con su letanía, Luigui parece no escuchar.
El lunes cuando él regresa de su trabajo recibe una sarta de reclamos por parte de su mujer, pero Luigui al igual, sin palabras.
Ella se preocupa, por eso el martes lo mete al coche y se va directamente con un Otorrinolaringólogo y le dice:
‹•- Doctor, mi marido está perdiendo el oído. Quiero que lo revise y le dé un buen tratamiento para que recupere su audición.
Pasan 30 minutos y sale el Doctor.
— Señora, lamentablemente su esposo tiene “Sordera testicular”
‹•- ¿Y eso qué es?
— Bueno, eso significa que sus oídos si captan lo que usted le dice, y su cerebro si procesa la información con adecuado entendimiento, pero simplemente él, por sus “huevos”, decidió que le vale madre todo lo que usted le diga!!!
Ja! ja!,,,, está grave la enfermedad, ¿a poco no?
A propósito de la sordera y los sentidos, fíjensennn que desde que jui a la escuela (ahh!, porque aunque casi nunca entraba, pero si iba, pero de todos modos hice acto de presencia) pero bueno, la cosa es que en aquel templo del saber me enseñaron que tenemos cinco sentidos. El sentido de la vista, del oído, olfato, gusto y el del tacto, que es el más bonito porque gracias a él andamos “tactando” aquí, allá y acullá; pero bueno, la cosa es que con esa idea me quedé por mucho tiempo, hasta que con los años fui aprendiendo que aparte de esos, también existen otras cosas o situaciones a las que llamamos sentidos, como por ejemplo, tenemos el sentido del deber, el sentido común (que es el menos común de los sentidos), el sentido de justicia y el sentido del humor, y los escritos sin sentido, sí!, más o menos como éste.
Como verán, existen muchas clases de sentidos y todos ellos tienen sus razón de ser, sin embargo, hay uno en el que yo poco o nada había reparado (pensado, pues), algunas personas le llaman intuición, otras presentir o percepción, clarividencia o simplemente ‘‘sexto sentido”.
Sí, esa cosa que los psicolócos bautizaron como un sentido extrasensorial y ocupa el Sexto lugar en el conteo de los sentidos. A este sentir también se le puede definir como intuición o presentimiento y es una cualidad o gracia innata e inexplicable de las mujeres, aunque hay que reconocer que algunos hombres también tienen este sentido, pero son los menos.
Y si le pensamos un tantito, nos daremos cuenta que por lo general este sentimiento es preventivo, es decir, sienten cuando “algo” malo le va o le puede pasar a un ser querido, o también puede ser que alguno de esos seres queridos este triste.
Los batos que estudian la mente y el comportamiento psíquico del ser humano, dicen que el Sexto Sentido gira en varias direcciones, lo mismo en la familia, en el trabajo, los negocios o en la vida diaria, pero que lo desarrollan con mayor claridad y frecuencia las mujeres debido a que ya nacen con él.
Hablar sobre esto del sexto sentido es muy largo y algo complicado, y no quiero enrollarlos más con este rollo, pero déjenme decirles que después de leer y leer, yo llegué a la conclusión de que a estos changos llamados psicólogos o psicoanalistas les faltó decir tres cosas muy, muy importantes:
Una, que la mujer no tiene un sexto sentido, sino que tiene “Dos Sextos Sentidos”… ahh! sí!, uno de ellos como mamá y otro como esposa. Como madre presiente o intuye peligros, tristezas, enfermedades, etc., y el otro es como novia, esposa o pareja, porque aparte de eso mismo, las condenadas también presienten cuando uno anda por ahí de canijillo.
Pero la tercera cosa que los loqueros (psicólogos) no dicen, es que si bien nosotros los varones no desarrollamos mucho el sexto sentido, si desarrollamos y muy bien por cierto, otro sentido, que es igual o incluso mas importante; ¿saben cual?… Pues claro.! El hermoso, el insustituible, el inigualable ¡¡Sexo Sentido!!….
digO, yo No’mas diGO!
NOTA: Atención a nuestros amables lectores, estamos volviendo a publicar algunos de los mejores artículos, del “Yo No’mas Digo”, como un homenaje para que sus tornilletes y güerqui’as lo sigan teniendo siempre presente. Este artículo es original de ENERO/2010
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