Te has topado con algún hombre que te empieza a coquetear estando su esposa a un lado? A eso se le podría llamar cinismo y por desgracia, ninguna mujer está exenta de que le suceda esto.
Y si bien es cierto que hay mujeres coquetas, de hecho la mayoría lo somos, pero la diferencia es que la mujer, casi siempre lo hace porque le gusta lucirse y que la halaguen, en cambio el hombre coqueto, trata de conquistar, y aunque dice que lo hace en broma y solo por halagar, pero la verdad es que lo hacen ‘a ver si pega’… Por eso, este artículo está dirigido a las mujeres que tienen un hombre con esas características.
Tener un marido o novio coqueto es un problema que se debe a factores, como la falta de compromiso por parte del hombre, a que él no tiene bien definido el tipo de relación que quiere o peor aún, el tipo no la respeta, cosa que sucre de a menudo y en pleno siglo XXI, según lo explica la psicóloga y terapeuta Lourdes Toledo.
“En una pareja, al momento de formar la relación, se necesita establecer qué tipo de relación se desea, porque en realidad las hay diferentes: libres, sin compromisos o tradicionales; aunque hoy se den otro tipo de relaciones, como las de madres solteras, parejas libres, etc., es entonces, cuando la pareja tiene la opción de casarse y no tiene la suficiente capacidad de compromiso, suelen coquetear”, explica la terapeuta.
El coqueteo frente a la pareja de parte del hombre, demuestra entre otra cosas, falta de respeto y es una tendencia a la infidelidad; las razones de estas conductas es inseguridad y una necesidad de reafirmar la masculinidad. Ahora que hay de coqueteos a coqueteos, aunque la afectación a la pareja es la misma, puede ser que el hombre sea de los que se ‘comen’ con los ojos a toda mujer que ven y se atreven a decirles alguna cosa, o hasta el extremo de hacer proposiciones, evidentemente, no frente a la esposa.
Esta manera de actuar en los hombres es por una incapacidad o miedo a comprometerse con alguien y solidificar algo afectivo. Eso demuestra falta de madurez y miedo para entregarse en la relación y algo de inseguridad…. Pero aquí lo más confuso es el papel de la mujer y por eso me voy a refeir a ti, amiga lectora.
A la hora de que el marido le está echando unas miradas conquistadoras a la vecina, debes entender que estas conductas no deben dejar pasarse por alto y la mujer necesita poner un límite y un alto bien firme, pues de lo contrario el resentimiento, los celos y la apatía pueden acabar con la relación. Háblalo de frente y pide respeto, pero no sólo eso sino que hay que ir al fondo para ver qué le está faltando a la relación, que el hombre tiene que andar al acecho de otras.
Definitivamente, no es conveniente actuar de la misma manera que el hombre, para regresarle la misma ofensa, porque entonces la mujer se estaría degradando y dando una falsa imagen. Como dice el dicho: “No hagas cosas buenas que parezcan malas, ni malas que parezcan buenas’.
“La actitud que debes tomar como mujer es dejar bien claro qué es lo que esperas, porque si dejas que se vaya dando, la relación se puede distanciar muchísimo”, explica Toledo
“Hay que ser bien explícitas en decir exactamente las conductas que molestan, para pedirle que no las vuelva a repetir, decir bien claro ‘‘No me gusta que lo hagas y te pido que sea la última. No permitas ese comportamiento’’, indica la terapeuta.
Además de atender el problema directamente mediante la comunicación, conviene que la mujer se refuerce con una apariencia atractiva y seductora, haciendo cambios con frecuencia en el peinado, ropa, perfume, y sobre todo el carácter amable. En pocas palabras, una de las mejores armas que tiene toda mujer contra un marido coqueto, al margen de los consejos anteriores, es arreglarse más y lucir mejor!
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