Querida Doctora Consejos:
Espero que me pueda dar un consejo para resolver mi problema.
He tenido varios problemas con mi marido, a pesar que es 13 años mayor que yo, se porta muy inmaduro. Tenemos cuatro hijos y llevo 12 años casada, pero a veces quisiera correr y no voltear atrás. Se porta como un “bully” (abusivo), le gusta ofenderme sobre todo cuando hay gente presente.
Hace comentarios que me ofenden, yo no me dejo y terminamos peleando. Una vez dijo que su ex mujer tenía unas “‘pompis’ bien grandes y buenas”, en frente de mis vecinas.
No puedo salir con él porque terminamos discutiendo. En otra ocasión hice una llamada a una tienda para preguntar algunos precios y terminó diciendo que el empleado y yo éramos un par de estúpidos.
El señor de la tienda dijo que sentía mucho que tuviera que aguantar a alguien como él. No sé qué hacer, no tengo el valor de irme, no sé si es costumbre o porque él fue mi primer pareja y porque es el padre de mis hijos.
Por favor aconséjeme qué debo hacer.
Gracias.
— La Enojada
Querida Enojada:
Para que haya un pleito se necesitan dos: uno que plantea el pleito y otro que lo contesta. Lo que veo en tu carta es que tú haces el papel del que contesta.
Esto es como un partido de tenis, él lanza y tú estás siempre del otro lado de la red, con una raqueta, para golpear la pelota y regresarla a su cancha.
El de ustedes es un juego perfecto y bien sincronizado. Tú tienes un botón que genera una reacción de enojo y tu marido gusta de oprimirlo a cada rato. Mi consejo para ti es que aprendas a elegir las batallas y que no te enojes por tonterías.
En el ejemplo que me das, que tu esposo mencionó que su ex mujer estaba muy bien formada, creo que bien podrías haber ignorado el comentario.
Tal vez lo dijo porque en verdad ella tiene buen cuerpo o quizá lo dijo porque quería provocar una discusión.
En cualquiera de los dos casos, la verdad es que si la ex tiene o no buen cuerpo, en el gran esquema de la vida, eso no es importante en absoluto. Si él piensa que tú eres estúpida, es su problema, no tuyo, no te conviertes en estúpida sólo porque él lo piense.
Como mi abuela decía: “A palabras necias, oídos sordos”.
Regresando al ejemplo del juego de tenis, imagina que él golpea la pelota y que tú no la contestas. ¿Qué va a pasar?
Pues que no va a haber juego. Si tú no contestas, lo vas a desconcertar. Quizá al principio insista con más brío para sacarte de tus casillas, pero si te mantienes serena e ignoras sus comentarios sin tomar ofensa por ellos, verás que te vas a divertir mucho cuando él vea que el botón del enojo se descompuso.
Quizá entonces él pierda interés en provocarte y puedan empezar a llevarse bien.
Te deseo buena suerte
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