Su esposo ha cambiado y ella no sabe qué hacer

 Salir avante de problemas no es sencillo, en especial si no se cuenta con ayuda. Por eso la “Doctora Consejos”, es una sección que espera ser una guía para quienes no encuentran la salida. El caso de hoy es:

Por: Doctora Consejos

 Querida Doctora Consejos:

 Cuando me casé yo tenía 15 años y mi esposo 18. Ya tenemos 25 años de casados y tenemos dos hijos que ya se casaron. Ahora estamos solos y a él le ha dado por ver pornografía cada que quiere hacer el amor conmigo. Al principio pensé que era una fantasía de él pero ahora pienso que se le ha vuelto una enfermedad; lo veo a diario viendo películas hasta en su celular y quiere hacer todo lo que ve en ellas. Al principio yo lo complacía para que no buscara por fuera lo que tiene conmigo, pero ya no puedo con esto. Ya no siento nada, porque cuando lo veo pienso que no es a mí a quien le hace el amor sino a otra.

  El otro día me enojé y le dije “tú estás enfermo y no puedo creer que hayas llegado a esto”. Yo soy joven y aún funciono como mujer.

   No me espanto por eso, pero me da coraje porque él dice que lo hace para que me excite, no soy una mujer vieja y aún siento placer. No sé qué le pasa. He llegado a pensar que ya estuvo con otra o que tiene una fantasía con otra. Sexualmente yo soy activa. A diario tenemos intimidad por lo que pienso que no lo hace con otra sino conmigo. Por favor ayúdeme, aconséjeme qué puedo hacer.

    — La Desconcertada

Querida Desconcertada:

   En lo personal no encuentro nada malo en que tu esposo quiera usar películas para mejorar la vida sexual de ustedes. En tu carta, que leí dos veces, veo un hombre aún joven que quizá teme que sus años mozos están quedando atrás y quiere aprovechar cada momento de su virilidad. Dices que él está cada noche en tu cama, como amante fiel dispuesto a complacerte y a experimentar contigo nuevas sensaciones, eso parece algo que muchas mujeres desearían tener.

   Desde mi punto de vista lo que está mal en esa situación es tu cabeza que te está diciendo que no eres tú quien despierta esa pasión. Es tu cabeza la que te atormenta con celos, aparentemente infundados y con prejuicios sobre si esto o aquello está mal.

 Mi consejo para ti es que hables con él, sin reproches, ni acusaciones. Que le expliques tus emociones y que le pidas que juntos traten de resolver la situación, quizá podrían llegar a un acuerdo en el que una noche no se ven películas porno y otra noche sí. De esta manera, ambos ceden y ambos reciben algo a cambio de seguir siendo felices en la intimidad. Buena suerte para los dos.