Robert Quinn de 27 años y Joanne Williams de 24, habían sido novios desde la infancia, pero llevaban una relación de pareja desde ocho años antes, incluso tenían un niño llamado Jimmy; sin embargo…
Ataviada con su traje de novia, Joanne se colocó al lado del ataúd de Robert y mientras un ministro les leía los votos matrimoniales, ella murmuraba…: “Te seguiré amando siempre”
Robert Quinn de 27 años y Joanne Williams de 24, habían sido novios desde la infancia, pero llevaban una relación de pareja desde ocho años antes, incluso tenían un niño llamado Jimmy; sin embargo no habían tenido la oportunidad de realizar una ceremonia formal de matrimonio.
Desde hacia algunos meses estaban planeando casarse cuando él tuvo un trágico accidente de auto, que desgraciadamente le costó la vida, poniéndole fin a esa ilusión de tanto tiempo.
Aunque no se había recuperado totalmente del golpe emocional tan duro que el destino le deparó, cuando al fin pudo medio superar su dolor, decidió cumplir su sueño… aunque él estuviera muerto!
Vestida con su traje de novia, Joanne se colocó al lado del ataúd de Robert, mientras un ministro les leía los votos matrimoniales.
Las lágrimas le recorrían su rostro, mientras colocaba el anillo de compromiso en el dedo sin vida de su amado. Para después acercarse a él y besar sus pálidos labios y murmurar. “Te seguiré amando para siempre”
“Siempre habíamos hablado de hacerlo a la manera tradicional, pero nos costaba mucho dinero”, dijo Joanne. “Así que empezamos a ahorrar. De hecho el año pasado ya casi completábamos la cantidad de dinero que necesitábamos y estábamos muy emocionados.
Robert solía decir: «Casémonos de inmediato y vayámos a cualquier parte», pero pensé que teníamos mucho tiempo y podíamos planearlo con calma.
“Ahora es demasiado tarde. Sé que él deseaba que este día llegara y sé que ahora me está mirando desde arriba y se encuentra muy feliz”.
La tía de Joanne sugirió que el amor que sentía por Robert fuera bendecido por el reverendo Derek Talbot, quien iba a ser el encargado de los servicios funerarios.
A Joanne le pareció la buena idea y compró un vestido de novia, un gran ramo de rosas blancas, un par de anillos de oro y un traje de color blanco para Robert.
Joanne se vistió, se peinó sin ayuda y lloró cuando su hijo Jimmy de tres años de edad preguntó: “¿Dónde está papi?”
La novia entró a la capilla de la iglesia no con la tradicional marcha nupcial, sino con el tema llamado “When Tomorrow Never Comes” (Cuando el mañana nunca llega).
“El ministro habló en nombre de Robert acerca de nuestro amor y yo le dije a Robert que siempre recordaría lo feliz que me hizo.
Luego el reverendo colocó el anillo de compromiso en mi dedo y después yo tenía de colocárselo a Robert. Estaba muy nerviosa, pero aún así lo hice. Después lo besé en los labios y la ceremonia terminó.
“Por supuesto que no hubo recepción, por eso, después de que se fueron los invitados, me quedé con Robert durante unos minutos, no se cuantos, pero pienso que al menos una hora. Me cambié de ropa y mi vestido de novia lo coloqué en el ataúd de Robert. Hablé con él y le dije que siempre lo amaría. Me sentía felizmente casada y creó que también Robert lo estaba.
“No tenía porque haber sido así. Casarme con Robert en un día y al siguiente incinerarlo”, expreso Joanne. “Lo que me consuela es que cuando lo incineré, ya éramos marido y mujer, al menos en nuestro corazón”.
Y Créalo o No… Así Fue!!! como esta joven mujer, se casó con su novio, aunque éste ya estaba muerto!!!
Comparte
Siguenos en Redes Sociales
El Aviso Magazine El Aviso Magazine El Aviso Magazine