Querida Doctora Consejos:
Gracias por tomarse el tiempo de atender mi caso.
Soy casada y tengo tres hijas. Mi problema es que mi hija mayor se embarazó cuando tenía 18 años. Mi esposo y yo la ayudamos y vive con nosotros junto con su hijita.
Otra de mis hijas nunca estuvo de acuerdo de que su hermana regresara a vivir con nosotros. Peleaba y decía que la echáramos a la calle, que ya tenía su vida aparte y que tenía que independizarse.
Como no le hicimos caso, dijo que cuando cumpliera 18 años de edad se iba a ir de la casa; nunca pensé que hablara en serio. En la casa ella tenía su propio cuarto y su papá le compró su carro; no le faltaba nada, pero todo le ofendía.
Poco después empezó a salir con un novio y con sus amigas. Una tarde después de cumplir su mayoría de edad se fue y dijo que necesitaba unas vacaciones para pensar. Su papá le texteaba y ella contestaba que estaba bien.
A los ocho días regresó, nosotros estábamos preparándonos para ir a misa, mi esposo sólo la recibió y no le hizo ningún comentario. Cuando regresamos de misa ya se había ido de la casa.
Sentí como si una flecha atravesara mi corazón. Mi hija mayor empezó a llorar y quería ir a buscarla, dijo que se había ido porque cuando regresó la habíamos ignorado.
Mi esposo le dice que regrese y ella contesta que no lo piensa hacer, no sé qué hacer, ni quién tiene la culpa. No encuentro respuesta, mi hija mayor me dice que no llore, que debo seguir adelante. Por momentos no puedo vivir con esta incertidumbre en la que no sé cómo está mi hija. Le marco y no me contesta, le mando textos y tampoco me contesta. No sé qué hacer. Gracias por ayudarme.
— Madre Desesperada
Querida Madre desesperada:
Por la carta que me escribes, sabemos que tu hija ya es mayor de edad. Así que, mi consejo es que la encomiendes a Dios en tus oraciones y la dejes ir, nadie es culpable de nada, los hijos crecen y se van, esa es la ley de la vida. Algunos se van más pronto que otros, pero al final todos hacemos nuestra vida y dejamos atrás a los papás.
Y ya que me pides mi opinión, te diré lo que yo veo en tu carta.
Por un lado tu hija siempre ha vivido enojada, aparentemente porque es celosa y quiere que toda la atención esté centrada en su persona, te echaba bronca porque ayudabas a su hermana mayor y ahora está queriendo hacerte sentir mal porque te fuiste a la iglesia.
Si ha vivido contigo por 18 años, ya sabe la hora en la que te preparas para ir a misa cada semana. Si llega precisamente a esa hora a tu casa y luego se molesta porque te vas a la iglesia, obviamente andaba buscando un motivo para pelear.
Suéltala en tu corazón, tranquilízate y dale tiempo al tiempo. Tarde o temprano, los golpes de la vida la harán madurar y entender sus errores.
Algún día ella regresará a ti, más humana y más humilde, o único que puedes hacer es orar por ella todos los días.
Disfruta tu vida con serenidad y aprende a ser feliz con ella y sin ella. Te deseo buena suerte.
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