Generalmente cuando llega esta época del año, hacemos planes, metas, propósitos para el próximo, pensando, qué pronto llegamos otra vez a fin de año, y en ocasiones nos damos cuenta que no realizamos ninguna de las metas del año que acaba.
Por eso les propongo que el que se nos avecina sea diferente, cambie los propósitos ‘tradicionales’ de cada año, como querer adelgazar, dejar de fumar, dejar de tomar, encontrar un mejor trabajo, encontrar al amor de su vida, ser mejor persona, etc. Por otros totalmente diferentes, otros propósitos que nunca haya tenido, que le hagan sentir bien, y le den un cambio total a su lista de propósitos de todos los años.
Primero que nada deje que le invada el espíritu Navideño, el que nos hace un poco más buenos de lo que somos durante el resto del año, el que hace que nos acerquemos a las personas que en realidad ni volteamos a ver durante el resto del año. En esta época queremos sentirnos más humanos, ayudando a todo el mundo que podamos, olvidándonos que hay gente que necesita de nuestra ayuda todo el año. Este es un buen propósito para el próximo año, ayudar durante todo el año.
Puede proponerse también de una manera decidida ser un abrazador empedernido. Una vez oí, que el abrazar alarga la vida del abrazado y del abrazador, ¿cuántos abrazos dio este año? ¿verdad que fueron pocos? Propóngase a ser el más abrazador de toda su familia, abrace, no deje un día pasar sin haber abrazado a alguien, aunque sean los mismos, abrácelos con todo el sentimiento, si es su esposa, si es su hijo, un amigo, su abuelita, un profesor, etc., abrácelos con muchas fuerzas, haga que recuerden sus abrazos, haga de sus abrazos los más cálidos, los más recordados, esos que trasmiten amor, ternura pasión, compresión en cada abrazo.
Propóngales a sus amigos y familiares que le apoden el besucón. Agregue al hecho de ser un abrazador empedernido esa cereza tan rica que se llama beso. Esa boca que tiene usted puede ser mágica, hacer milagros. Los labios tienen un poder de convencimiento poco conocido, haga que sus hechos hablen más que sus palabras, bese, no se canse de besar, bese, no salga de su casa sin haber besado a su mujer, a su esposo, o quien esté ahí; abrace y bese, pero con afecto, demuestre cariño sano para que no vayan a confundir su intención. No olvide besar a la abuela, a los niños. Usted no está para saberlo pero ¿quiere saber cuántos besos recuerdo que mi padre me dio en mi infancia? No recuerdo ninguno; yo no recuerdo que mi padre me haya dado un beso, o un abrazo o un te quiero. Que no le pase a usted eso. Sus hijos lo recordarán toda su vida, y les dará seguridad en sí mismos.
Exprese con palabras todo lo que siente, no tiene porqué ocultarlo, no tiene porqué avergonzarse, hay quienes no tienen quien les brinde una palabra de aliento, y su comportamiento es hostil hacia los demás.
Otro propósito importante puede ser que eleve su autoestima. Un doctor reconocido estudioso de la conducta humana recomienda leer mucho, pero para elevar su autoestima, aparte de otras cosas que le pueden servir, debe de leer este tipo de lecturas motivacionales que le levantan no solo el ánimo, sino le alimentan el alma y el espíritu, se trata de leer cosas que dejen provecho, cosas que lo hagan ser mejor persona, de esto trata la superación personal.
Y por último propósito de este año, pase lo que pase en su vida, busque el lado positivo de lo que le está pasando y nunca deje de ser feliz, la felicidad es la base de la vida de cualquier ser humano.
Haga a alguien y sea usted también feliz.
¡Muchas felicidades!
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