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Un lector le contesta a “La Claridosa”

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 Salir avante de problemas no es sencillo, en especial si no se cuenta con ayuda. Por eso la “Doctora Consejos”, es una sección que espera ser una guía para quienes no encuentran la salida. El caso de hoy es:

Por: Doctora Consejos

Querida Doctora Consejos:

 Soy un acérrimo lector de su columna. Tengo 64 años y quiero opinar sobre La Claridosa (que tiene problemas con su familia porque siempre dice los que piensa). Mi consejo para esta mujer es: “siempre trata que tu mente sea más rápida que tu boca”. Yo digo eso porque por ser como ella ya no cuento con mi familia.

  Dicen que estoy loco y que hablo puras tonterías. Mi familia no me quiere y ya estamos grandes para estar en estos pleitos.

   Yo le diría a La Claridosa que piense lo que sentiría si se quedara sola, yo tengo esposa y a siete hijos ya casados. Y quiero preguntarle, ¿Cómo se sentiría si supiera que en Navidad y Año Nuevo, estando toda mi familia reunida en casa, yo no recibí ni un abrazo ni una felicitación?

  Lo triste es que para que mi familia me quiera y para que su familia la quiera, tendríamos que no ser como somos, sino que tendríamos que ser unos hipócritas como son la mayoría de las personas. 

        — El Otro Claridoso

Querido Otro Claridoso:

  Lamento mucho que tengas este problema con tu familia, sin embargo, no creo que la solución sea ser un hipócrita.

 La solución, en mi opinión es no concentrarse en los defectos de las personas, sino más bien concentrarse en sus virtudes. Todos tenemos defectos, todos, incluidos tú y La Claridosa. O sea que si alguien que está frente a ti se pone a buscarte tus defectos y a describirlos en voz alta, tú aguantarías a esa persona solamente por unos minutos.

  Pero, por el contrario, si esa persona se parara frente a otra y empezara a buscar cualidades y virtudes, podría pensar, por ejemplo: “esta persona sabe mucho de cocina… y en voz alta dijera: “me encanta comer tus platillos…. si pensara: esta persona tiene mucho sentido del humor… y en voz alta dijera: “me pones de buen humor cuando te veo”…. ¿Te das cuenta?

   La solución es buscar cosas positivas de las que uno pueda hablar y expresarlas con naturalidad, sin ser forzadas. La gente a la que haces sentir mal, huye de ti. La gente a la que haces sentir bien, te sigue. Como ves, la solución es solamente cambiar de lentes para ver a los demás. Ponte unos lentes que te dejen filtrar lo bueno y que te ayuden a desechar lo malo y así verás que es fácil seguir siendo un claridoso de cuya boca salen solamente cosas positivas. Buena suerte para ti.

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