El actual presidente de Venezuela podrá ser un cínico y un descarado; un pagado de sí mismo y hasta un farsante, pero nadie le quita que tiene la astucia de un zorro. Como pocos líderes en el mundo,
El actual presidente de Venezuela podrá ser un cínico y un descarado; un pagado de sí mismo y hasta un farsante, pero nadie le quita que tiene la astucia de un zorro. Como pocos líderes en el mundo, Hugo Chávez domina el medio del espectáculo a través de cámaras y micrófonos. Que mejor ejemplo que el tremendo “show” a nivel internacional que montó durante la liberación de dos de las rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, (FARC). Cuando todos pensaban que las negociaciones habían fracasado y muchos culpaban al gobierno del mandatario colombiano Alvaro Uribe, Chávez dio nuevamente una clase de habilidad política y acaparó todos los reflectores.
De alguna manera convenció a las FARC no sólo de soltar a las rehenes, también de prestarse para hacerlo a su manera. Ni el mejor director de un “reality” hubiera planeado con mayor habilidad, en el momento cumbre, que a mitad de la selva, las dos rehenes tomaran un teléfono satelital para agradecer efusivamente a Chávez por su mediación. Chávez, con todo el “colmillo” del mundo, se encargó de que únicamente las cámaras de su televisora oficial estuvieran presentes para difundir las imágenes. Curioso, que tanto la ex-candidata a la vicepresidencia de Colombia, Clara Rojas, como la ex-congresista del mismo país, Consuelo González, aparecieran radiantes, sonrientes, bien peinadas y con las uñas pintadas, luego de permanecer seis y siete años, respectivamente en cautiverio. A final de cuentas eran las protagonistas de la historia. Y no sólo eso… al momento de la entrega, ambas mujeres se despiden hasta de beso en la mejilla de sus captores, quienes acto seguido, salen de la escena y se pierden en la espesura de la selva colombiana para volver a la clandestinidad.
De película! Todavía continuó el show con el traslado de las rehenes a bordo, primero de dos helicópteros y luego de un avión privado, todos ellos por cortesía del gobierno venezolano. El telón se cerró por la noche con una gran fiesta en la casa presidencial de Chávez. Mis colegas colombianos se molestan y se indignan cuando les digo que el presidente de su país quedó muy mal parado frente a la opinión pública internacional, mientras que Chávez se colgó todas las medallas, pero a mi parecer, así fue. Insisto, el tipo es un descarado quien todavía se atrevió a decir que ni las FARC ni el ELN (Ejercito de Liberación Nacional) son grupos terroristas.
Lo cierto es que ambos grupos rebeldes son señalados incluso por la Unión Europea como autores de infinidad de sangrientos atentados con bomba, asesinatos y secuestros. De hecho, apenas este fin de semana, las FARC secuestraron a cinco turistas colombianos y uno de Noruega, quienes se unen a los casi 750 rehenes que aún mantienen en su poder. Pero seguramente que eso a Chávez no le importa. El, con su “show de la selva” logró su objetivo que es reforzar su imagen de líder revolucionario y defensor de los pobres. Digan lo que digan, allá quien se la crea… Envía tus comentarios a: jmsamano@aztecaamerica.com.No te pierdas a José Martín Sámano en el Noticiero Nacional Azteca América Emisión Vespertina y Nocturna a las 5:30 pm / 4:30 c., y 11:00 pm / 10:00 c.
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