Esta singular historia se dio a conocer cuando la policía reportó que tres jóvenes asaltantes fueron hospitalizados debido a que sufrieron quemaduras de primero y segundo grado cuando
Esta singular historia se dio a conocer cuando la policía reportó que tres jóvenes asaltantes fueron hospitalizados debido a que sufrieron quemaduras de primero y segundo grado cuando inexplicablemente sus ropas empezaron a arder.
Todo empezó cuando Katy Nolan, una chica de escasos 16 años de edad, había ido a hacer sus compras a un centro comercial de Palm Beach cuando repentinamente tres tipos, que aparentaban ser unos compradores como cualquier otro, se acercaron a ella y en el momento menos esperado le arrancaron del cuello el medallón de oro, que es una reliquia de familia. Los testigos dicen que repararon en la joven, cuando ella comenzó a gritar a los ladrones que se detuvieran cuando ellos se echaron a correr… Para ese momento Kathy estaba llorando.
“Todos los que presenciamos el hecho fuimos testigos como ella les gritaba diciéndoles que se detuvieran o que les iba a hacer daño”, dijo el señor Jack Gates, que salía del supermercado justo cuando sucedieron los hechos. Pero como era de esperarse, Manny Barres, Harry Detweiler y Buddy Hanes, nombres de los ladrones, no hicieron el menor caso y siguieron corriendo. Más de pronto les empezó a salir humo de los pantalones, y varios objetos cayeron al suelo envueltos en llamas. “Sus bolsillos parecían estar quemándose y todo lo que habían robado cayó al piso”, recuerda Jack. Y mientras los rateros seguían corriendo, al mismo tiempo trataban de sofocar el calor de sus ropas con manotazos; pero segundos después, las llamas empezaron a salir de sus pantalones.
“Lo bueno es que estaban cerca del canal del desagüe, porque sin pensarlo dos veces, los tres saltaron hacia el agua”, dijo Brenda Lucas, mujer de 62 años de edad que también presenció los hechos. “Gritaban maldiciones y aullaban de dolor.
Dos policías que hacían su recorrido de rutina, sacaron del canal a los tres malvivientes. El trío estaba empapado de lodo y suciedad maloliente. Temblaban de frío o tal vez de miedo. En su declaración, Kathy dijo que tiene la extraña habilidad de hacer que ardan las cosas desde que tenía ocho años de edad. “Pero no uso ese don porque no me gusta hacerle daño a nadie ni me gusta que pierdan su dinero reponiendo lo que yo quemo”, reveló. Donna, la madre de Kathy, dijo que su habilidad siempre la ha asombrado. “Afortunadamente, Kathy jamás ha dañado a nadie”, aseguró Donna.
“Creo que la única razón por la que quemó la ropa de los ladrones fue que le habían quitado una joya muy valiosa para ella, ya que se trataba de una reliquia de familia que le regaló su abuela cuando cumplió siete años”. Los extraordinarios poderes de Kathy están siendo estudiados por investigadores de lo paranormal. Por su parte, los tres ladrones fueron declarados culpables de numerosos robos y sentenciados a cinco años de prisión. Y Créalo o No, Así Fue … tres rateros se salvaron de morir calcinados, gracias a que saltaron al canal del desagüe que cruza al sur de Florida!
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