Los alemanes descubrieron que lo que parece un misterio digno de las mejores novelas policiacas, la existencia de algunos billetes de euros que se desintegran.
Los alemanes descubrieron que lo que parece un
misterio digno de las mejores novelas policíacas,
la existencia de algunos billetes de euros que se
desintegran, sin que haya ninguna explicación
para un fenómeno en el que algunos ven un acto
criminal contra la divisa europea… Esta noticia si
que está para Enterarse y Sorprenderse!
“Es un caso único en la historia”, comentó un portavoz
del Bundesbank, el banco central alemán,
confirmando la revelación del diario popular Bild,
que el jueves tituló “¡Alerta por ácido en nuestro
dinero!”.
Según los testigos, “los billetes se desintegran en
la mano” cuando se les toca justo en el momento
en que se sacan del cajero automático”, explicó el
portavoz del Bundesbank.
El primer caso se registró el 21 de junio en Berlín,
donde se informó de un billete de 20 euros
desintegrado en un banco regional. El 14 de julio
se llevó un billete de 5 euros deshecho al Dresdner
Bank de Potsdam, cerca de Berlín.
Aunque parecían sucesos aislados, el fenómeno
se multiplicó rápidamente: según Bild, durante el
verano aparecieron billetes deshechos, sobre todo
de 50 euros, en otras 15 ciudades del país.
Las pruebas efectuadas en los restos revelan la
presencia de ácido sulfúrico en los billetes, aunque
la única certeza hasta ahora es que cuando los
billetes con sulfato entran en contacto con la humedad
de las manos, tiene lugar una reacción química:
el sulfato se transforma en ácido sulfúrico y
el papel se desintegra.
Según Bild, los investigadores descartan que el
problema se deba a un error en la fabricación de
los billetes; en cambio, temen que sea un ataque
a la moneda que utilizan 12 de los 25 países de la
Unión Europea desde 2002.
El Banco Central Europeo (BCE), con sede en
Frankfurt, reaccionó con presteza para evitar el
pánico en el resto de la zona euro y su presidente,
el francés Jean Claude Trichet, aseguró que sólo
estaban afectados “un puñado” de billetes.
Trichet insistió en que el fenónemo no está “en
ningún caso, relacionado con el procediemiento
de impresión de los billetes” y señaló que “no se
descarta” que hayan sido robados y tratados con
una sustancia química que les haya debilitado.
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