Adictos a la pastillita azul

Cada vez más, muchos jóvenes sin problemas de erección usan viagra

Los expertos sostienen que la viagra es una nueva dependencia psicológica.

Un medicamento contra la impotencia masculina supera en ventas a los fármacos más populares, hasta a las famosas aspirinas.

Un estudio realizado muestra que en este momento los hombres utilizan cada vez más la pastillita azul, sin necesitarla. Sólo en el último año se comercializaron cerca de 20 millones de píldoras de productos contra la disfunción eréctil. El del doping sexual es un negocio tan formidable, que en la actualidad hay a la venta 56 marcas y presentaciones diferentes de Viagra. Desde hace rato se sabe que la enorme mayoría de los que toman estas pastillas lo hacen porque les permite sacar una mejor calificación en la cama y no por real necesidad. La novedad ahora es que ya hay hombres ‘adictos’.

Como nos cuenta, por ejemplo, Alejandro L. de 39 años, separado, -y con dos hijos-, quien dice que no sufre de impotencia. “Empecé a tomar la pastilla poco después de separarme. Hacía muchos años que tenía sexo con la misma mujer y la primera vez que fui a hacerlo con otra me puse nervioso y terminé pasando vergüenza. Me recomendaron Viagra, lo tomé y me fue muy bien. El problema es que ahora sólo funciono cuando la tomo”.

Para el sexólogo Adrián Sapetti, muchos hombres lo comenzaron a tomar regularmente porque “sentían que mejoraban” y que conseguían “una erección más fuerte”, pero terminaron sufriendo de “dependencia psicológica, no física”.

Según el especialista, “como en cualquier adicción, la persona termina haciéndose esclava. Se desespera si no tiene la pastilla y directamente no puede funcionar”. En su consultorio, Sapetti ya atendió a algunos “adictos”. “Lo que se hace es ir bajándole la dosis hasta que logra suspenderla totalmente y deja de estar esclavo de esa situación”, contó el sexólogo.

Este fenómeno es muy común, sobre todo entre hombres que suponen que si no lo toman no van a poder. “Son hombres que están apresados en el mito de que lo que importa es la cantidad y no la calidad”, comenta el Dr. León Gindín, sexólogo y profesor de Sexualidad y Salud en la Universidad Abierta Interamericana, que atiende en su consultorio pacientes que cada vez que van a hacer el amor le dan un “mordisquito” a una pastilla de Viagra y a los 5 minutos ya tienen una erección. “Lo hacen sólo para darse seguridad”, explicó.

¿Hará mal enviciarse con el Viagra?

No existe riesgo al tomarlo todos los días, pero, aunque no genera problemas médicos tomarlo de manera cotidiana, lo mejor es abstenerse de tomar esta medicación. Un problema de erección puede estar ocultando otra cosa, como azúcar alto o hipertensión. Por eso, en vez de recurrir a la automedicación se debe consultar a un médico. Los especialistas también dicen que aún es una droga nueva y se desconoce cómo repercutirá a largo plazo en el organismo… ¡Asegúrate con tu médico que no te traerá consecuencias!