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“Es lo peor que hemos visto”. Servicios de emergencia colapsan en California y las hospitalizaciones se disparan en Texas y Nevada

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El descontrol en la transmisión del coronavirus provoca una avalancha de hospitalizaciones en varios estados. Los responsables sanitarios habilitan espacios provisionales y planean refuerzos de personal a la vez que temen que la situación empeore.

Las unidades de cuidados intensivos de algunos hospitales de California han alcanzado el máximo de la capacidad por el aumento de casos de coronavirus en el estado y ya no tienen camas para acoger a nuevos pacientes, según indican autoridades sanitarias. Otros van por el mismo camino, agregan. 

Los centros sanitarios sufren por la avalancha de enfermos con coronavirus que necesitan atención médica en zonas del este de Texas y en Nevada. “Hay pacientes con COVID por todo el hospital”, aseguró a un medio local una enfermera que trabaja en el sur de este estado. 

La situación se complica cada vez más también a escala nacional: este martes, los hospitalizados con coronavirus contabilizados en todo el país eran más de 104,000, un récord desde el inicio de la pandemia, según el proyecto The Covid Tracking Project.

En la actualidad, el área más afectada en California es la parte central del estado, principalmente el valle de San Joaquín, donde tres condados ya están al 0% de posibilidades de recibir nuevos pacientes en las UCI, reporta el diario Los Angeles Times. 

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En San José, Santa Clara, ya hay un hospital sin camas, afirma la emisora KNTV, afiliada de nuestra cadena hermana NBC News. “Hemos alcanzado la capacidad máxima”, dijo Paul Silka, director del Departamento de Emergencias Médicas de este centro. 

En general, en todo el condado, donde viven casi dos millones de personas, la situación está a punto de desbordarse. Ahmad Kamal, uno de los responsables sanitarios allí, afirmó que quedaban disponibles en total 31 camas en UCI este martes al mediodía. “Esto supone el 9.5% de nuestra capacidad. Es lo peor que hemos visto”, afirmó.

Gran parte del territorio californiano ya cuenta con fuertes medidas restrictivas en la movilidad de las personas para intentar contener el avance del coronavirus. El gobernador, el demócrata Gavin Newsom, impuso recientemente un toque de queda durante la noche, una prohibición de viajes no esenciales y emitió órdenes de quedarse en casa en zonas donde las camas de UCI abiertas han caído por debajo del 15%.

El diario LA Times reportó que este martes California registró más de 35,000 nuevos contagios en 24 horas, un récord desde el principio de la pandemia.

Las comunidades latinas fueron las más golpeadas por el COVID-19 en la pasada primavera y en verano, pero ahora la enfermedad se ha cebado en todos los grupos poblacionales, asegura por su lado el diario San Francisco Chronicle.

“Este es un aumento que se extiende a todas las comunidades. Sí, el virus ha afectado de manera desproporcionada a la población latina, pero no es exclusivo”, dijo la doctora Kirsten Bibbins-Domingo, bioestadística de la Universidad de California en San Francisco. 

Probablemente, lo peor todavía no se ha visto

Responsables sanitarios y expertos en salud pública temen que lo peor está todavía por llegar. “Sabemos que podemos esperar en las próximas semanas aumentos alarmantes en las hospitalizaciones y muertes”, dijo Barbara Ferrer, directora de salud del condado de Los Ángeles, el más grande del estado con 10 millones de residentes.

En particular, agregó, se prevé que el aumento de viajes y reuniones durante el fin de semana festivo de Acción de Gracias puede haber contribuido a multiplicar los casos, lo que se reflejará en la realidad en los próximos días debido a que el virus puede tardar en manifestarse tras contagiar a una persona. “Diría que estamos en el comienzo de una ‘explosion de Thanksgiving”, agregó Ferrer. 

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Una de las consecuencias más graves de que la propagación del virus se descontrole es que, además de que no haya espacio, también empiece a escasear el personal médico disponible. “Si hay más pacientes, ocupamos más enfermeros y más doctores. Desgraciadamente no tenemos más”; dijo a Noticias Telemundo Olivia Olmos, del Hospital White Memorial de Los Ángeles. 

Ante esta situación, Newsom activó un plan de emergencia que prevé llamar a trabajadores sanitarios procedentes de fuera de California y preparar hospitales provisionales para aumentar la capacidad de atención de pacientes. 

El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, alertó por su lado del posible colapso de los hospitales en pocos días si la situación sigue empeorando y estableció medidas restrictivas si los hospitales superan un 15% de ingresados por COVID-19.

En Reno, Nevada, ya se están atendiendo pacientes en el estacionamiento de un hospital.  

Con información de LA TimesSan Francisco ChronicleKNTVKSNV, AP. 

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