Las elecciones presidenciales están en un tramo crucial por la toma de los suburbios de las zonas más pobladas del país. Esos suburbios no están localizados en los estados de California, New York o New Jersey, los cuales pertenecen los demócratas. Tampoco son aquellas ciudades sureñas que, desde hace más de cuatro décadas, son dominio de los republicanos.
Tanto el equipo de Joe Biden como el de Donald Trump están interesados en persuadir el voto de los suburbios de los estados de Texas, Atlanta, Ohio, Wisconsin, Virginia, North Carolina y Arizona, lugares que determinarán quién será el próximo presidente.
De momento, de acuerdo a las encuestas recientes, la mayoría de los votos suburbanos están siendo acaparados por Biden. Uno de los factores más importantes para que estos votos, particularmente de las mujeres, se inclinen hacia los demócratas es por la falta de coherencia del gobierno de Trump frente a la pandemia del Covid-19.
En este sentido, la estrategia de Biden es poner en tela de juicio la falta de un plan integral que pudo haber puesto fin, o por lo menos detener, los contagios del coronavirus en las principales ciudades del país.
Durante su presentación en la Convención Demócrata, Biden aseveró indirectamente que Trump no solo es culpable por la muerte de las más de 170.000 personas, sino que también por la crisis económica que propició no tener un plan de contingencia.
La estrategia de Biden estuvo dando resultados positivos hasta que Jacob Blake recibió siete balazos en la espalda por uno de los policías de Kenosha, Wisconsin. Debido a que Blake es de origen afroamericano, miembros y simpatizantes de Black Lives Matter, se movilizaron por las calles en Kenosha en apoyo de los derechos de Blake y de toda la población afroamericana.
Por su parte, Trump está utilizando este hecho como un argumento que favorece su política de choque contra los supuestos promotores del desorden. Esta es una estrategia que se asocia con la consigna de “orden y derecho” y está dirigida para conquistar los votos de las zonas suburbanas de los estados indecisos.
El voto suburbano desea la paz y la mayoría de esta población es consciente de que Trump ha sido un promotor del desorden del país. Trump sigue sin encontrar una estrategia para acaparar el voto suburbano. Parece no tener opciones.
Humberto Caspa, Ph.D. es investigador de Economics On The Move. E-mail: hcletters@yahoo.com
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