Finalmente llegó el día de un gobierno racional, con mesura y con disposición de enfrentar los retos del presente. A Joe Biden y Kamala Harris se les está encomendando un trabajo gigantesco con muchos desafíos, al cual confluyen problemas de salud, crisis económica, dificultades políticas y una sociedad divida.
Como Biden manifestó en su primer discurso presidencial al frente del Capitolio: “resolveremos nuestros problemas unidos… y lideraremos con el poder del ejemplo y no con el ejemplo de nuestro poder”.
Indudablemente, el nuevo gobierno de Biden debe liderar mostrando humildad, misma que no le caracterizó a su predecesor durante los últimos cuatro años. El problema del Covid-19, el cual ha ensombrecido la vida de más de 402.000 familias, debe ser resuelto a partir de la colaboración de todos nosotros, a través del respeto y la solidaridad.
Así, inmediatamente después de su posicionamiento, Biden firmó un mandato presidencial que obliga a las personas que hacen uso de los recintos federales a utilizar la mascarilla. Ese es un ejemplo que deben seguir los gobiernos de los estados y el de los municipios.
Otro reto gigantesco es el de la economía, el cual está relacionado directamente con el problema de la pandemia. Es decir, mientras persista los contagios y mientras la población no tenga acceso inmediato a las vacunas, el problema de la economía no se resolverá por completo.
En consecuencia, uno de los objetivos mayores de la nueva Administración Biden es vacunar a 100 millones de personas en los próximos 100 días. Lo anterior es un reto mayúsculo, pero alcanzable, dado que actualmente se están inmunizando en un promedio de 1 millón por día.
Ahora bien, el estímulo económico de 1.9 mil millones de dólares es una propuesta que el Congreso debe aprobar inmediatamente para darle oxígeno a una población que cada día está mas cerca del colapso económico.
De esa cantidad, los trabajadores recibirían otros 1.400 dólares aparte de los 600 dólares que algunos ya recibieron en el curso de las últimas semanas. El total es 2.000 dólares, aunque aquellos que tienen dependientes estarán adquiriendo mayores beneficios económicos.
Además, la propuesta de Biden también vela por la salud económica de los desempleados, de los familiares con Covid-19, de los estudiantes deudores y la pequeña y mediana empresa.
Biden tiene en su frente una multitud de problemas. Son retos que solamente se resuelven “a partir de la unión”, enfatizó en su discurso presidencial. Biden sabe lo que hace.
Humberto Caspa, Ph.D. es investigador de Economics On The Move. E-mail: hcletters@yahoo.com
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