La alimentación desempeña un papel muy importante en el manejo de la bulimia. Las víctimas de este trastorno psiquiátrico que están atrapadas en un círculo vicioso de hambre, comer compulsivamente y provocarse el vómito, y necesitan retomar el control sobre sus hábitos alimentarios.
CAUSAS Y SÍNTOMAS
La bulimia es un grave padecimiento alimentario que afecta, por lo menos a 3 de cada 100 mujeres. Es difícil detectarlo, ya que los bulímicos son furtivos y a diferencia de los que sufren de anorexia (trastorno relacionado con los alimentos), tienen un peso normal y no son muy delgados. La mayoría de las víctimas son mujeres de 15 a 35 años. A menudo son personas perfeccionistas en su trabajo, pero también sufren baja autoestima y centran sus dificultades emocionales en los intentos de controlar sus hábitos alimentarios. La raíz del problema puede ser una alteración emocional, pero el verdadero padecimiento se desata debido a que estas personas imaginan que la solución a sus problemas radica en la trasformación de sus cuerpos.
Los bulímicos tienen una obsesión por la esbeltez y con frecuencia poseen una imagen distorsionada de su propio cuerpo.
Aunque el número de bulímicos parece ir en aumento, pocos hombres sufren este padecimiento. Una revisión de la bibliografía especializada publicada entre 1995 y 2005 arroja que sólo 1 de cada 500 hombres (adolescentes y hombres jóvenes) padece de bulimia. Esto puede deberse a que el hombre tiene menos presiones sociales en cuanto a la obtención de una figura “ideal”, y a que canaliza sus problemas emocionales de otras maneras que no están relacionadas con la comida y las dietas.
Por lo general, los bulímicos llegan a seguir dietas muy exageradas, que tienden a causar estragos en el apetito y en la digestión. Como resultado, terminan ingiriendo entre 3.000 y 6.000 calorías en una solo comida. Tales crisis de compulsión son seguidas de sentimientos de culpa y depresión (que pueden ser graves e incluso llevar al suicidio).
CARACTERÍSTICAS DE LOS BULÍMICOS
Otros síntomas son la ausencia de menstruación o los periodos menstruales irregulares, la inflamación de ganglios, las fluctuaciones en el peso y el daño del esmalte dental causado por la acción del vómito ácido. El mal funcionamiento de los riñones pueden provocar edema, inflamación de pies y de tobillos. También puede haber ritmo cardiaco irregular, debilidad muscular y convulsiones.
PREVENCIÓN
Aunque no hay una forma segura de prevenir la bulimia, puedes guiar a la persona hacia un comportamiento saludable o a que busque tratamiento profesional antes de que la situación empeore. Cómo puedes ayudar:
TRATAMIENTO MÉDICO Y PSIQUIÁTRICO
El tratamiento médico, puede durar hasta por tres años, y suele requerir estancia en centros especiales para trastornos relacionados con la comida (bulimia y anorexia), pero también la psicoterapia es parte importante del tratamiento y debe incluir a la familia del enfermo.
El tratamiento hospitalario o en una clínica establece, entre otras cosas, un régimen de tres comidas balanceadas al día, en el que se evitan los bocadillos entre alimentos y el consumo de alimentos ricos en grasas y azúcares, que generalmente es a los que se recurre durante las crisis de compulsión.
El vómito inducido y el uso excesivo de diuréticos y laxantes asociado a la bulimia alteran el nivel de electrólitos (iones de sodio y potasio que circulan en la sangre), esto podrían provocar una deshidratación además podría causar insuficiencia renal, debilidad muscular y arritmia cardiaca.
Por eso es fundamental persuadir al bulímico de que adopte un patrón de alimentación saludable, que incluya un gran variedad de alimentos que contengan en un equilibrio adecuado. Se debe evitar cualquier cosa que afecte el equilibrio mental del bulímico, como el exceso de café, té o alcohol. Y es importante incluir una cantidad razonable de alimentos ricos en carbohidratos, como el pan integral, las pastas y el arroz, y limitar las grasas y el consumo de bocadillos, como las galletas, las frituras y los dulces.
Pero es necesario ante todo, convencer a los bulímicos de que tener un apetito saludable es normal.
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