Algo sencillo, que puede complicarse si no sabes
¿A quién no se le ha ponchado una llanta del auto? De seguro que a la mayoría… y aunque para algunos no pareciera ser mayor problema, para otros -como para mí- es un ¡real problema! porque no sabemos CÓMO CAMBIAR UNA LLANTA, pero no se desesperen que si no saben, ahora les aliviaremos ese sufrimiento.
Primero que todo cálmate, y si estás en la carretera salte hacia un lugar seguro, fíjate si no vienen más autos, una vez hecho esto, pon el freno de mano al auto, por lo general es la palanca del lado derecho del carro, pero en algunos otros está abajo, en la parte izquierda, cerca del pedal de frenos.
Luego revisa cuál de las llantas es la desinflada.
En la cajuela (baúl) encontrarás una llanta de refacción, el gato y la llave, todos los carros nuevos lo traen, y los no tan nuevos es indispensable que lo tengan. Por eso te recomiendo que revises ese ‘detalle’ ahora mismo.
NOTA: Si los rines tienen tapones, se deben quitar, usando un desarmador de punta plana.
Ahora busca la llave de cruz (normalmente es un tubo doblado en forma de “L” o dos tubos en forma de cruz unidos por el centro) y utilízala para aflojar las tuercas que sostienen la llanta al auto.
¡Ojo!, lo único que debes aflojar son las tuercas… ¡No se las quites del todo!
Saca la llanta de refacción y las herramientas, colócalas en el suelo. Ubica el gato, es una especie de cajita plana con una palanca.
Coloca el gato debajo del auto, que esté algo cerca de la llanta ponchada. Levanta poco a poco el gato hasta que agarre de manera concreta la orilla del auto y asegúrate de que no se vaya a zafar… Ahora sí, quita del todo las tuercas y retira la llanta, guardarla en la cajuela y sustitúyela por la ponchada.
Ahora ponle las tuercas y aprieta con la mano lo que puedas. Luego baja el auto y retira el gato. Ahora sí, aprieta bien las tuercas… Y eso es todo!!!,
Como verás, no tan complicado. Pero si no te sientes del todo segura/o, te recomiendo que llames a tu aseguradora, es probable que tengas la asistencia que te cubre contra este tipo de situaciones, o si prefieres llama a una grúa.
Espero que sí te animes y puedas cambiar tu llanta por ti solo/a, verás que es una gran satisfacción hacerlo.
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