Junto con las lapas y los buccinos, tanto los caracoles como las babosas, constituyen los gasterópodos, que significa, ‘estómago con pies’. En efecto, estas especies parecen desplazarse sobre lo que p
Junto con las lapas y los buccinos, tanto los caracoles como las babosas, constituyen los gasterópodos, que significa, ‘estómago con pies’. En efecto, estas especies parecen desplazarse sobre lo que parece su barriga, aunque realmente se trata del pie muscular que poseen todos los moluscos.
A los caracoles y las lapas, que poseen una concha dura, se les conoce como ‘univalvos’ (una valva). Cuando un gasterópodo se desliza por el suelo, dejan tras de sí un rastro de baba que, al reducir la fricción, les permite deslizarse con mayor facilidad.
CARACOLES
Forma de defensa
En la parte trasera de su pie, muchos caracoles marinos y algunos terrestres poseen una solapa u “opérculo”. Cuando se siente amenazado, el caracol se retira al interior de su concha y cierra la abertura con éste, como si de una escotilla se tratase.
El zorzal común gusta incluso de los caracoles: los golpea contra objetos duros, por ejemplo contra una piedra, hasta que rompe su concha para luego devorar a su sabroso inquilino. Muchos gasterópodos tienen dos pares de cuernos en la cabeza. Un par son antenas, que les permiten guiarse por el tacto, y el otro, está formado por pedúnculos con ojos en los extremos, pero no todos los gasterópodos los tienen.
Habitat y Supervivencia
Los caracoles parecen vivir en todas partes, no sólo en los océanos, sino en la mayoría de los habitats terrestres. Como los demás moluscos, el caracol necesita mucha humedad para sobrevivir. Si el tiempo es demasiado frío o seco, que se endurece formando una especie de puerta. En las regiones templadas, durante el otoño, muchos caracoles adoptan este estado para pasar el invierno.
Con la llegada de la primavera y el calor, los caracoles rompen el sello y salen de nuevo al exterior. Durante las estaciones secas y cálidas, los caracoles se recluyen de igual manera a la espera de condiciones más húmedas y frescas. La supervivencia al calor o a la sequía se denomina estivación.
Macho y Hembra a la vez
Los caracoles son hermafroditas, lo que significa que cada animal es macho y hembra al mismo tiempo. Cuando se aparean, cada caracol introduce esperma en el cuerpo del otro. Al separarse forman un nido donde depositan sus huevos correosos. En una sola nidada puede haber docenas de huevos de los que acabarán saliendo diminutos caracoles. A excepción de su tamaño, su aspecto es muy similar al de los adultos y ya poseen una concha diminuta. Tardan unos dos años en alcanzar la madurez.
BABOSAS
Las babosas son como caracoles que han perdido su concha protectora, aunque algunas poseen una pequeña concha en el interior de su cuerpo y otras incluso tienen una diminuta en la espalda. Como protección, producen gran cantidad de baba muy pegajosa, que ahuyenta a muchos depredadores. La baba también impide que la babosa se deshidrate. No obstante, algunos pájaros como los zorzales y mamíferos como los
erizos se alimentan de ellas devorando gran cantidad.
Las Especies Marinas...
Los parientes marinos de las babosas y los caracoles incluyen algunas de las criaturas más bellas del mar. Al igual que las babosas terrestres, la mayoría de las marinas carecen de concha. Muchas de ellas poseen branquias plumosas y un cuerpo cubierto de motivos y colores increíblemente vistosos y brillantes, que les sirve de defensa contra sus depredadores, pues les advierte de su pésimo sabor. Incluso, algunas babosas poseen aguijones venenosos en el torso.
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