Algunas personas parecen tener instalado un sensor meteorológico en rodillas, caderas u otras articulaciones con una alarma en forma de molestia que les avisa de los cambios de tiempo.
“La influencia del clima en muchas enfermedades es algo que está interiorizado en la cultura popular e incluso entre los médicos ya desde los tiempos de Hipócrates, quien describió por primera vez la relación entre la salud del ser humano y el clima”, comenta Juan Carlos Ocaña Tabernero, coordinador del grupo de trabajo de medicina tradicional y complementaria de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).
Este galeno agrega que “en la medicina tradicional china también se describe cómo el frío, la humedad, el viento o la sequedad producen cuadros de dolor, rigidez e inflamación articular que se denominan síndrome Bi”.
“Cada vez existen más evidencias científicas de que la temperatura, la humedad y los cambios de presión atmosférica afectan de forma relevante a los procesos del organismo humano y también pueden afectar, de alguna forma, a las personas que sufren determinadas enfermedades”, expresa.
Las enfermedades reumáticas están entre las patologías que más suelen relacionarse con el tiempo. En este sentido, el doctor Ocaña manifiesta que cada vez se da más importancia a la influencia de determinadas circunstancias como el frío, la lluvia y el cambio en la presión atmosférica sobre las enfermedades reumáticas.
“Este hecho no es porque sean la causa que las produce, sino como factores que influyen en el agravamiento de los síntomas de algunas de ellas, por ejemplo, el aumento del dolor en enfermedades como el Raynaud, cuadros de dolor miofascial, artrosis y artritis”, indica el médico.
En cuanto a las migrañas, el médico manifiesta que hay teorías que indican que algunos estímulos provocan cambios a nivel celular o molecular en cerebros susceptibles que causarían las crisis de migraña.
“Por otro lado, la duración y claridad de la luz natural se ha asociado también con alteraciones del humor. Lo que causa efectos sobre la población que incluyen irritabilidad, falta de concentración, migraña, etc.”, relata.
TRISTEZA, APATÍA Y FRUSTRACIÓN
Pero si el viento, la lluvia o las bajas temperaturas pueden hacer que ciertas enfermedades físicas empeoren, también pueden influir en el estado de ánimo y provocar “una mayor sensación de tristeza, apatía, desmotivación o incluso frustración”, señala Macarena del Cojo, especialista del Instituto Psicológico Cláritas. (https://institutoclaritas.com/)
La psicóloga indica que existen varias investigaciones que confirman que el tiempo atmosférico “no solo influye en el estado anímico de las personas, sino también en su comportamiento. Los factores que están más asociados a estos cambios emocionales y comportamentales son la temperatura, las lluvias y la luz solar”, recalca.
“De manera contraria, un clima más cálido nos puede ayudar a encontrarnos mejor anímicamente, ya que estas condiciones nos invitan a realizar actividades fuera de casa y a relacionarnos socialmente más.
La especialista afirma que en caso de que los síntomas sean persistentes y estén afectando a distintos ámbitos de la vida como el laboral o el social, se pueden tratar. Para ello, recomienda “contactar con profesionales”.
Por Purificación León // EFE/REPORTAJES
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