Fuente: GQ México Paloma González
Jordan Syatt dice que no hay comidas malas, simplemente debes poner atención en lo que estás comiendo.
McDonald´s es un clásico de la infancia, muchas crecimos comiendo esas papas perfectas y esperando por abrir la cajita feliz solo para poder usar el juguete, pero, al convertirnos en adultos, esa comida que era un premio cuando éramos niños se convirtió en el enemigo, muchos nutriólogos dicen que no hay lugar para eso en la dieta y que las hamburguesas no son venas para nosotros y para nuestras metas fitness.
Jordan Syatt, un entrenador de fuerza y fitness, está aquí para decirte lo contrario. No hay comida mala, simplemente malas decisiones.
Llega un punto en la vida en el que ya no puedes comer de forma desmedida, tu dieta de adolescente empieza a hacer que los pantalones te aprieten y que tu cuerpo se empiece a ver más como el de los papás (los de los 90 que no iban al gimnasio y no les importaba tener un poco de panza), empiezas a cambiar las hamburguesas y la comida chatarra por comida casera y no pasas por McDonald´s por nada del mundo, pensando que una Big Mac puede arruinar todo tu esfuerzo.
Parte de eso es verdad, debes comer mejor si quieres mantenerte sano (sin diabetes, obesidad, etc..), pero Syatt dice que puedes seguir comiendo McDonald´s y bajando de peso. El entrenador hizo un experimento que documentó en sus redes sociales, comió una hamburguesa de McDonald´s todos los días durante un mes con el fin de demostrar que no tienes que vivir a lechuga y almendras para bajar de peso.
Al final del mes, Syatt bajó 3 kilos. “Esto no es saludable”, dice en una historia de Instagram, pero luego explica que el propósito del experimento es mostrar cómo puedes seguir comiendo los alimentos estigmatizados como “malos” si los haces encajar en una dieta bien balanceada.
“¿Qué estás comiendo el resto del día?” él pide. “¿Estás comiendo frutas y verduras?”
Syatt dice que logró bajar de peso porque creó un “déficit de calorías”, reduciendo su consumo a 1,500 calorías por día. La Big Mac tiene 540, así que tuvo que ajustar el resto de su dieta para mantenerse en el límite y demostrar que realmente puedes comer lo que quieras con un poco de inteligencia.
La Big Mac era el centro de su dieta partió de ahí para pensar en el resto de las cosas que podría comer y, quitando las calorías de la hamburguesa, agregó comidas ricas en nutrientes, como los huevos, el yogurt griego, verduras frutas y pescado, asegurándose de tener una ensalada grande una vez al día para llenarse de verduras en lugar de algo más pesado.
Antes de entrenar, Syatt conseguía energía consumiendo yogurt o queso cottage, después, la Big Mac era su comida y su cena consistía en verduras y alguna proteína. Además, para poder comer una hamburguesa diaria, Syatt complementaba sus sesiones en el gimnasio manteniéndose activo y caminando por lo menos 10,000 pasos, que no cuentan como parte del entrenamiento.
Durante el experimento, el entrenador también demostró que puedes romper la dieta de vez en cuando si arruinarlo todo, comenta que algunos días salió a cenar y superó su límite de calorías, pero eso no afectó su perdida de peso porque no dejó de ser activo.
“Estar al 100 por ciento en su nutrición no es perfecta, es prisión”, escribe en una publicación reciente de Instagram.
De acuerdo con el entrenador, la clave está en contar calorías, y aunque eso se puede sentir como una restricción, al final te puede ayudara seguir comiendo lo que te gusta de vez en cuando sin arriesgarte a subir de peso.
No tienes que dejar tu comida favorita para siempre, pero, si vas a comer algo no tan sano, debes complementar con ejercicio y otros alimentos más saludables.
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