En época de verano, el sol se pone más fuerte y quema a plomo. Ahora que comienza la temporada de calor, viene muy a modo recordar algunas precauciones y remedios que podemos poner en práctica para protegernos del sol.
PRECAUCIONES
Cheque cómo será el día. Si se anuncia mucho sol, lleve consigo formas de taparse. Desde sombrillas hasta gorras y protector solar.
Tenga consigo a la mano una botella de agua.
Camine por la sombra. Si no la hay, no se descubra. Es mejor cubrirse con la ropa más fresca posible, incluso brazos y piernas.
REMEDIOS
La insolación es un estado grave que puede llevar a la muerte si no se atiende correctamente. Lo mejor es llamar a emergencias y seguir las siguientes recomendaciones.
Retire a la persona del calor y recuéstela en la sombra. Si es posible, coloque un ventilador cerca apuntando especialmente a la cabeza y el pecho. Debe descansar.
Evite dar grandes cantidades de agua. La persona debe beber con calma y lo más lento que pueda. Cuando pare el dolor de cabeza, si lo hay, entonces puede beber más rápidamente. Un gran suero es un vaso con agua con una cucharada de azúcar, una pizca de sal y el jugo de un limón entero.
Con un trapo húmedo, moje la frente, el cuello y los brazos. Sólo después el pecho, la panza y la espalda. Hágalo lentamente, con mayor cuidado en los lugares donde la piel está quemada. Si se mete a la regadera, cuide que el agua esté tibia.
Use Aloe Vera para rehumectar la piel. Esto arderá un poco, pero traerá mucho alivio. Corte las pencas por la mitad y deje que la baba se quede sobre la piel.
Cuando comience a sentirse mejor, necesitará una mezcla que reponga líquidos, grasas y aminoácidos. Una mezcla ligera como un yogurt (grasas y proteínas) con avena (vitaminas B1, B2 y E). Licuados con alimentos que tengan potasio, magnesio, calcio o zinc, como nueces, higos, aguacates, pasas, zanahorias, legumbres y cereales.
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