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Mantener unos riñones sanos es indispensable para librarse de cualquier enfermedad renal, por lo que expertos sugieren aparte de una dieta equilibrada, practicar cualquier tipo de ejercicio, evitar a cualquier costa ser una persona sedentaria.
De acuerdo a la página niddk.nih.gov la insuficiencia renal significa que los riñones ya no funcionan lo suficientemente bien como para realizar diversas funciones y, como resultado, se presentan problemas de salud.
A menudo se le conoce como un asesino silencioso porque es posible que los síntomas no aparezcan hasta que se haya producido un daño significativo. Comprender cómo la enfermedad renal comienza con comportamientos poco saludables comunes es crucial para la prevención y la intervención temprana.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LA INSUFICIENCIA RENAL?
Los riñones sanos evitan la acumulación de toxinas y el exceso de líquidos en el organismo y equilibran las sales y los minerales en la sangre, como el calcio, fósforo, sodio y potasio. Los riñones también producen hormonas que ayudan a controlar la presión arterial, producen glóbulos rojos y mantienen los huesos fuertes.
A medida que la función renal disminuye, la persona podría:
- Presentar hinchazón, generalmente en las piernas, los pies o los tobillos
- Tener dolores de cabeza
- Sentir picazón
- Sentirse cansada durante el día y tener problemas para dormir por la noche
- Sentirse mal del estómago, perder el sentido del gusto, sentirse inapetente o adelgazarse
- Producir poca o nada de orina
- Sentir calambres musculares, debilidad o entumecimiento
- Sentir dolor, rigidez o líquido en las articulaciones
- Sentirse confundida, tener problemas de concentración o problemas con la memoria
COMPORTAMIENTOS POCO SALUDABLE A EVITAR
La ingesta elevada de sodio, a menudo procedente de alimentos procesados y el uso excesivo de sal de mesa, puede provocar hipertensión. Evitar el consumo de bebidas azucaradas, comida rápida y refrigerios cargados de grasas trans puede provocar afecciones crónicas que eventualmente perjudican los riñones.
La deshidratación puede afectar gravemente la capacidad de los riñones para funcionar correctamente.
Fumar es un factor de riesgo bien conocido para numerosos problemas de salud, incluida la enfermedad renal. Las sustancias químicas nocivas de los cigarrillos pueden dañar los vasos sanguíneos, reducir el flujo sanguíneo a los riñones y perjudicar su función.
El alcohol puede causar deshidratación y elevar la presión arterial, lo que ejerce presión sobre los riñones. Puede provocar enfermedades hepáticas, lo que complica aún más la función renal, ya que los riñones y el hígado trabajan en estrecha colaboración para filtrar las toxinas de la sangre.
Un estilo de vida sedentario es otro comportamiento poco saludable común que puede contribuir a la enfermedad renal. La actividad física regular ayuda a mantener un peso saludable, reduce la presión arterial y mejora la circulación sanguínea, todo lo cual beneficia la salud de los riñones.
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