¡Hola amigos!, en esta sección nos da conocimientos MUY básicos, pero muy NECESARIOS sobre el auto; aspectos que para algunos de nosotros, están como en chino.
Llegó la temporada de lluvias y aunque en estas tierras no son torrenciales, pero de todos modos son peligrosas a la hora de manejar. Y más aún si tu vehículo no está en buenas condiciones, aquí te paso unos consejos para evitar accidentes por esa causa.
(•) Mantén la presión de los neumáticos en el nivel recomendado (verifícalos cada dos semanas), y reemplázalos cuando aparezcan las barras de desgaste en la banda de rodamiento.
(•) Enciende las luces. Es tan importante ver el camino cuando llueve, como que te vean los otros conductores.
(•) Reemplaza cada año los limpiadores de parabrisas, y aplica a tus ventanas un producto que disperse la lluvia para asegurarse la mejor visibilidad posible.
(•) Revisa el depósito del líquido limpiaparabrisas. Rellénalo con líquido especial.
(•) Las primeras lluvias son las más peligrosas, ya que hay aceite y/o grasa en el asfalto, eso hacen de la carretera una superficie muy resbaladiza, por lo que es importante extremar las precauciones.
(•) El cambio de temperatura interior/exterior empaña los cristales. Utiliza la recirculación del aire acondicionado con aire frío y la mitad caliente.
(•) No realices movimientos bruscos… La lluvia y la niebla reducen la adherencia de los neumáticos hasta en un 50% sobre el asfalto, por lo que es fácil perder el control del vehículo.
(•) En caso de haber encontrado un charco de considerables dimensiones, seguramente se mojaron los frenos, sigue manejando despacio y con el vehículo en marcha, pisa suavemente en repetidas ocasiones el pedal de freno, a efecto de secar la superficie de frenado de los discos.
(•) Mejor maneja por el carril derecho: generalmente hay arcén adicional que servirá de posible escapatoria en caso de necesidad y estarás más lejos del tráfico en el sentido opuesto.
(•) En caso de avería, pon las luces de emergencia.
(•) Cuando tu auto sufre de un deslizamiento es imposible controlarlo ya que los neumáticos no pueden evacuar el agua que hay en el asfalto. Es natural que tu impulso te obligue a frenar, pero ojo ¡No frenes! puedes desacelerar, y hasta que no sientas que el auto ha recuperado el contacto con el suelo, no debes frenar.
Comparte
Siguenos en Redes Sociales
El Aviso Magazine El Aviso Magazine El Aviso Magazine