Invirtiendo unos minutos al día en tu gimnasio sexual
¿Cuántas horas inviertes en el gimnasio en fortalecer tus brazos y espalda? ¿Cuánto sacrificas por lograr un vientre plano?… pero ¿inviertes aunque sea un poco de este mismo esfuerzo en trabajar y estimular tus músculos del placer?
Hay una serie de ejercicios que te ayudarán a obtener mayor placer sexual.
Los ejercicios que a continuación te sugerimos no sólo aumentarán tu capacidad para el placer sino que te ayudarán a romper el tabú de la autoestimulación. Porque si la persona no tiene el conocimiento de su cuerpo no puede abrirse al conocimiento de un cuerpo ajeno que es el de su pareja. Sin embargo, estas técnicas mejoran el desempeño sexual si además existe una efectiva comunicación de pareja. Hecha la advertencia, comencemos en el músculo del placer.
El músculo pubococcígeo (conocido como PC) es también llamado el músculo del placer. Si lo ejercitas a diario, la excitación y el orgasmo serán más intensos. ¿Pero dónde está ese músculo?… Se sitúa entre el hueso pélvico y el coxis, es la base de la cavidad pélvica. La manera más simple de encontrar y fortalecer este músculo es apretar los músculos de la pelvis la próxima vez que vayas al baño. Puedes practicar de pie o sentado, recomienda el sexólogo Oscar Keesling autor del libro La Pareja Multiorgásmica.
En las mujeres el músculo PC se tensa durante le orgasmo y produce en la vagina una sensación del orgasmo femenino. Para localizarlo, introduce un dedo en la vagina. Aprieta como si estuvieras conteniendo el flujo de la orina. El músculo que se tensa alrededor del dedo es el pubicoccígeo. Si no puedes identificarlo, puedes ir al sanitario y comprobar qué se siente contrayéndolo para detener el flujo de la orina. Una vez que los has localizado, tensa una vez más el músculo pubicoccígeo mientras que los músculos del estómago, glúteos y abdomen están relajados. Trata de mantener la tensión durante dos segundos antes de relajarlo. Keesling recomienda hacer este ejercicio por lo menos dos veces al día. La primera semana haz seis flexiones en cada serie; en la segunda, 12; y en la tercera, 20.
En los varones, el músculo PC rodea la próstata, que es por donde pasa el semen en la eyaculación. Si aprendes a contraer el músculo cuando sientes las contracciones involuntarias que anuncian el orgasmo, podrás detenerte y retardar el momento de eyacular. Para fortalecer este músculo, cuando vayas a orinar intenta detener y reanudar el flujo durante la micción. Si tu PC está fuerte podrás hacerlo sin problemas.. El doctor Keesling también señala que la respiración profunda o ventral es esencial para el control sexual. A causa del estrés, la mayoría de nosotros respiramos superficialmente, inspirando poco oxígeno y espirando muy poco dióxido de carbono. Además la respiración está conectada con el ritmo cardiaco: si respiras rápido, como después de hacer ejercicio, el ritmo cardiaco aumenta. Para controlar la eyaculación es esencial que puedas respirar profundamente y bajar tu ritmo cardíaco.
La respiración ventral para los hombres se logra con la práctica de este sencillo ejercicio: sentado en una postura cómoda (de preferencia usando calzonzillos amplios o de los llamados boxer) relaja los hombros. Coloca tus manos en el abdomen, justo debajo del ombligo. Inspira profundamente a través de la nariz, dejando que sobresalga el vientre. Espera completamente: manteniendo el pecho relajado, expira con fuerza para que el vientre vuelva hacia la columna vertebral. Debes sentir que el pene y los testículos se elevan ligeramente. Por dos o tres semanas repite el ejercicio de 9 a 35 veces… Luego lo pones en practica cuando quieras retardar la eyaculación… Y verás los resultados!!
Buena parte de nuestra energía sexual, indica el libro, proviene de la próstata y del útero. Y también hay ejercicios para fortalecerlos: Siéntate en el borde de una silla o ponte de pie con los pies separados a la distancia aproximada de los hombros. Espira y contrae la parte inferior del abdomen. Mientras espiras, presiona suavemente con los dedos de una mano sobre el abdomen, justo encima del hueso púbico para poder sentir que los músculos se alisan. Contrae varias veces los músculos abdominales, como si absorbieras con un popote, aunque sin inspirar a través de la boca ni de la nariz. Notarás que el ano y la vulva o los testículos se elevan ligeramente. Inspira hacia el abdomen. Espira lentamente a través de los dientes.
John Hart, en Secretos de la potencia sexual, sostiene que el ejercicio aeróbico regular por espacio de 20 minutos tres veces a la semana puede protegerte de la disfunción eréctil. La actividad física regular aumenta el suministro de energía al pene y contribuye a lograr y mantener una erección. Y algo muy obvio: como se desarrolla mayor resistencia muscular, reduce la fatiga durante el coito. Así que invierte unos minutos al día en el gimnasio sexual y consigue una vida más placentera.
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