Querida Doctora Consejos:
Estoy casada desde hace 14 años; mi matrimonio era tan hermoso que toda la gente nos admiraba por ser un matrimonio perfecto.
El es buen padre y buen marido que ayudaba en todo, era dae lo mejor.
Hace más o menos unos seis meses él cambió, lo notaba distante y ya no teníamos sexo como de costumbre. Cuando yo le preguntaba qué era lo que pasaba, me decía que estaba cansado o que no me quería despertar cuando llegaba, él trabaja de noche y yo de día. Como no estaba convencida con esa respuesta, un día pedí permiso en mi trabajo para no ir y me quedé a espiarlo, eso fue hace 2 meses.
Me escondí en el patio, quería estar equivocada en mis sospechas pero no fue así.
Cuando regresó de dejar a los niños en la escuela, se metió al cuarto de mi hermana que vive con nosotros y lo encontré buscando los panties en la ropa sucia. Cuando abrí la puerta, él se asustó y después llorando me pidió perdón.
Ese mismo día le pedí a mi esposo que se fuera de mi casa, no paraba de pedirme perdón para que lo dejara quedarse. Durante varios días no le hablé, lo dejé quedarse por los niños y en parte porque me da miedo quedarme sola.
Días después hablamos de lo que pasó y me confesó que tiene una obsesión con los panties sucios. Ahora antes de irme a trabajar cierro la puerta del cuarto de mi hermana con llave cuando sale.
Aunque me prometió no volverlo a hacer, sé que ya no entra al cuarto porque tiene llave, ahora ya tenemos relaciones casi toda la semana, pero siento que lo hace para no hacerme sospechar de nuevo, porque de antemano sé que se estimula con mis panties.
No sé qué hacer ni cómo ayudarlo, si esto es una obsesión o una enfermedad. Estoy desesperada. Ayúdeme por favor.
— Anónima
Querida Anónima:
La fijación que tiene tu esposo con la ropa interior femenina no se va a ir porque ustedes la ignoren. Dado que lo prohibido causa apetito, te diré que entre más la quieran reprimir, más fuerza va a adquirir. La mejor manera de resolver este asunto es enfrentarlo abiertamente.
Tienes varias opciones. Mi consejo es que vayas paso a paso probando una y otra hasta que el asunto se resuelva.
La primera opción es poner las cartas sobre la mesa, habla con él abiertamente de esta situación. Pregúntale cómo empezó, por qué, qué siente y qué es lo que provoca que ese olor le cause una reacción sexual.
Trata de entenderlo sin condenarlo. Dependiendo de lo que él te diga, el segundo paso podría ser que acuda a Sexo-Adictos Anónimos. Esta organización brinda ayuda gratuita.
Dependiendo de cómo marche la situación, el tercer paso sería que tú asistieras a Alanon, es una organización que ayuda a los familiares de adictos, a entender y manejar la adicción.
Yo creo que vale la pena que luches para salvar tu matrimonio y para ayudar a ese hombre que ha sido buen padre y buen esposo. Te deseo buena suerte.
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