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DESCUBRIENDO EL CUERPO FEMENINO

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¿De qué manera el hecho de conocer bien su cuerpo ayuda a la mujer a cuidarse mejor? ¿Cuáles son los aspectos de sí misma que necesita saber y entender, pero suele desconocer?

¿Por qué algunas de nosotras tenemos reglas dolorosas y otras apenas las notan? ¿Es la menopausia el final de una etapa? ¿La asimetría mamaria es normal en la pubertad? ¿Qué es mejor: el tampón, la copa menstrual o la compresa? Son solo algunas de las preguntas que las mujeres se hacen a lo largo de su vida.

La ginecóloga Lorena Serrano (www.instagram.com/hello.gyn/) considera prioritario que toda mujer conozca las respuestas a estos y otros interrogantes, para descartar mitos sobre la sexualidad, el cuerpo femenino y sus cuidados, y porque ese conocimiento “nos ayuda, no solo a cuidar nuestra salud, sino además a vivir mejor y a disfrutar de nuestro cuerpo al máximo”.

Además de cuidar la salud de la mujer a través de su actividad clínica, Serrano la cuida por medio de la divulgación, porque “la información es poder.   Es poder detectar las señales de alarma cuando algo no va bien, es poder identificar una situación de riesgo que podría causar un problema grave, es poder decidir sobre qué tratamiento se adecua más a ti”.

Por eso, cree firmemente que “el primer paso para cuidarnos es conocer lo que tenemos en nuestro cuerpo. En segundo lugar, comprender cómo funciona y, por último, entender cuáles son las patologías más frecuentes que pueden aparecer”.

Por ejemplo “muchas mujeres no entienden cómo funciona el ciclo menstrual, qué es normal y qué no lo es durante el ciclo, qué es y qué función tiene nuestra microbiota vaginal, cómo es un flujo vaginal normal y uno patológico, cuáles son los signos de alarma ginecológicos (por ejemplo, en relación a las mamas), o cómo cuidar la vulva o el suelo pélvico”, enumera.

POR QUÉ HAY QUE HABLAR DE LA REGLA

En el subtítulo de su libro, Serrano subraya la necesidad de que “toda mujer descubra su cuerpo”,  y una de las principales facetas que toda mujer necesita “descubrir”, en el sentido de tener un mayor y mas serio conocimiento, es la menstruación, explica.

De hecho, “una de las primeras cosas que se le van preguntar en la consulta ginecológica es la fecha de su última regla”, añade.

Esta fecha, que los médicos llaman FUR, por sus siglas, a veces puede generar confusión, porque muchas chicas mencionan el último día de sangrado, cuando en realidad la FUR es el primer día de la última regla, porque cada ciclo menstrual empieza el día N.º 1 de la menstruación, según explica.

“Hablar de la regla abiertamente es importante y necesario, no solo para descartar el mito de que la regla desintoxica, sino porque es algo que ocupa muchos días de nuestra vida: a lo largo de unos 40 años de vida fértil, pasamos alrededor de 2.400 días con la regla, lo que equivale a unos seis años sangrando”, apunta.

“Visto así, queda clara la importancia de desterrar el tabú sobre la menstruación y empezar a hablar de la regla como lo que es: un proceso natural que experimentamos las mujeres durante buena parte de nuestra vida. Nos guste o no”, enfatiza Serrano

La doctora Serrano recomienda “registrar todos los días que tengas la regla y busques también la manera de apuntar si la cantidad (del sangrado) es abundante o muy variable, porque te lo van a preguntar cuando entres a la consulta ginecológica”.

PERIMENOPAUSIA: OTRA GRAN DESCONOCIDA

Otra “gran desconocida para muchas mujeres”, según Serrano, es la fase de transición de la etapa fértil a la menopausia (conocida como perimenopausia), que es “el periodo entre los 40 y 54 años (47 de media), en el que la regla puede dejar de venir algún mes, venir varias veces al mes, o ser más abundante de lo habitual”.

La perimenopausia “es el puente que conecta nuestros años de mayor capacidad reproductiva con la menopausia, el paso de tener reglas cada mes a dejar de tenerlas. Puede durar de 2 a 5 años y es muy variable de una mujer a otra”, explica esta ginecóloga.

En esa etapa “empezamos a notar cambios en nuestro cuerpo: aparecen los sofocos, acumulamos más grasa en el abdomen, tendemos a ganar más peso, podemos estar más cansadas e irritables, aparecen dificultades para dormir”, puntualiza.

“Esto ocurrirá hasta que los ovarios dejen de trabajar. Es entonces cuando llega la menopausia”, según esta especialista.

“Es algo que quizá no suene muy halagüeño, pero conocer lo que ocurrirá en su cuerpo durante estos años, permite a la mujer empoderarse, de manera que, cuando llegue el día, esté lo más preparada posible”, concluye la doctora Serrano.

Rocío Gaia // EFE Reportajes

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