Generalmente no creemos que un aparatito tan pequeño pueda salvar tu vida en un incendio o minimizar los daños en tu hogar. Como su nombre lo indica, los detectores son los dispositivos que detectan el fuego a través de alguno de los fenómenos en los que se manifiesta: humo, gas, altas temperaturas, etc. Las características que se deben valorar al adquirir un sistema de alarmas son la rapidez para descubrir las anomalías en el ambiente.
Te enseñamos todo lo que necesitas saber para mantener a tu familia protegida:
1. Existen dos tipos de detectores de humo: fotoeléctricos y por ionización. Si fuera posible, instala algunos de cada tipo o adquiere los que combinan ambos prototipos de sensores.
2. Sólo se deben utilizar detectores de humo que estén homologados y hayan sido probados en laboratorios (aparecerá en la caja alguna de las siguientes marcas: ETL, UL o CSA). Sólo un profesional acreditado puede instalar un sistema de alarmas.
3. Los expertos recomiendan probar las alarmas una vez por mes presionando el botón de prueba hasta escuchar un ruido estridente. De la misma manera, es importante que un especialista revise el sistema de alarmas una vez al año.
4. Se recomienda colocar un detector de humo cada 60 metros cuadrados. El lugar óptimo para instalarlo es el centro del techo, ya que en las esquinas el aire no circula.
5. Debes tener la precaución de ubicarlo, como mínimo, a 30 centímetros de cualquier mueble, pared o artículo de decoración -lámparas, cuadros- que pueda obstruir la entrada de humo.
6. Uno de los lugares más importantes donde colocarlos es la cocina. Para evitar falsas alarmas, instala allí uno que sea termovelocimétrico, ya que no detectan humos, pero sí elevaciones bruscas de temperatura.
7. No está de más instalar un detector en cada dormitorio, sobre todo si por la noche las puertas permanecen cerradas o si alguno de los habitantes es fumador. En caso contrario, bastará con situar uno en el pasillo.
8. Debes evitar colocarlos cerca de electrodomésticos ya que las ventilaciones de estos artefactos pueden desviar el humo fuera del alcance de los detectores. Asimismo, si adquieres detectores de humo fotoeléctricos instálalos lejos de fuentes de luz fluorescente.
9. Si tus alarmas tienen más de 10 años de antigüedad, cámbialas por unas más modernas.
Algo muy importante de tener en cuenta es, nunca desconectar los detectores, ya que si lo haces estás expuesto, y más en la noche cuando estés durmiendo.
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