¿Recuerda cuando era niño?, que soñábamos con diferentes profesiones, las cuales nos llenaban de expectativas y alegría. Nos imaginábamos con llegar a ser grandes para ser Enfermera, Doctor, Policía, Bombero, Maquinista de un laaargo tren, Profesor, Cantante, Modelo… ¡Qué tiempos aquellos! ¿Logró concretar su sueño? ¿Qué hace usted para ganarse el sustento? ¿Se siente frustrado tal vez porque el trabajo que logró encontrar no es lo que usted soñaba?
Ahora como adultos tenemos que esforzarnos por hacer un trabajo de buena calidad. Los buenos hábitos de trabajo incluyen el tener metas en cuanto al desempeño y entonces esforzarse por lograrlas.
A continuación le proporcionamos algunas ideas para que, sea cual sea su labor, aprenda a disfrutar del trabajo que tiene…
• Sea concienzudo. El trabajo bien hecho y completado a tiempo promueve el sentimiento satisfacción de logro y es motivo para sentir orgullo sin pretensiones.
• Evite hacerse esclavo de la rutina: Con el tiempo, cada cual desarrolla cierta manera de hacer las cosas. Para evitar que dicho patrón se convierta en una rutina aburrida, usted puede cambiar su patrón de trabajo de vez en cuando. Quizás se pueda cambiar el orden en el que desempeñan ciertas tareas.
Seguramente, no todos pueden alterar su manera de trabajar; pero muchos oficinistas han hallado que el simple hecho de cambiar la posición del escritorio les ha dado la sensación de estar iniciando su labor.
• Manténgase en buena condición física. Esto es imprescindible para disfrutar del trabajo. Duerma lo suficiente de noche. Dedique los fines de semana a actividades que lo distraigan, pero que no le quiten las ganas de ir a trabajar el lunes.
• Contribuya a que haya un ambiente alegre. Mantenga siempre una buena actitud, una sonrisa y sea cordial con sus compañeros de trabajo. Quizás se le permita colocar una planta en algún lugar o un cuadro de buen gusto en la pared para alegrar un poco el ambiente. Tal vez su esfuerzo por tratar de mejorar el ambiente influya en otros y dé a la gerencia el incentivo para hacer otros cambios.
• Sea agradable y amistoso. No permita que las diferencias de opinión o los choques de personalidad interrumpan el progreso del trabajo. Evite las confrontaciones. Sobre todo, no se deje contagiar del descontento de otros.
•¡Persevere! No permita que los problemas que surjan en el trabajo le roben su contentamiento. Resuélvalos, o aprenda a vivir con ellos. “No te dejes vencer por el mal, sino sigue venciendo el mal con el bien”.
•Sea equilibrado. El trabajo duro es bueno; pero el tener demasiado de algo bueno no hace que esto automáticamente sea mejor. A las personas que consideran el trabajo como lo más importante (aún más importante que los amigos y la familia) se les llama en países de habla inglesa workaholics —combinación de los términos en inglés work (trabajo) y alcoholics (alcohólicos)—; en español pudiéramos llamarlos adictos al trabajo. A dichas personas les falta el equilibrio.
Aunque el apegarse a un horario extremadamente cargado tal vez las haga felices a ellas, rara vez hace felices a los que tienen que vivir y trabajar con ellas.
Si no ha podido realizar su sueño de niñez con respecto a su trabajo, no se desanime. En estos tiempos lo importante es encontrar, mantener y cuidar un trabajo. Piense, esto es lo que puedo desempeñar… por ahora, pero eso no quiere decir que no pueda, con perseverancia, encontrar algo mejor; por eso no deje de estar atento. Mientras tanto recuerde que usted no es imprescindible para la empresa, pero sí una pieza clave si realiza bien su trabajo. Siempre con responsabilidad, pasión, y buscando mejorar su trabajo.
Nunca permitas que los ladrones de energía de su empresa se acerquen a usted, únase a la gente positiva, juntos lograrán hacer un buen ambiente de trabajo y sobretodo productivo.
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