Aunque es menos frecuente y conocido, pero hay niños que también sufren migrañas.
Las pocas horas de sueño, el abuso en el tiempo de uso de la computadora, televisión y videojuegos están entre las principales causas de las migrañas infantiles.
Igualmente, que el estrés infantil y la ingestión de ciertos alimentos o bebidas son algunas de las causas de los cada vez más frecuentes dolores de cabeza en los pequeños.
Esta incómoda dolencia tiende a convertirse en una afección tan importante y frecuente tanto en adultos como en pequeños. De hecho, en los últimos años hay estudios que indican que viene aumentado su incidencia entre la población infantil, debido entre otras cosas a las condiciones ambientales al igual que al incremento de estrés en las primeras etapas de la vida de una persona.
El prestigioso neurólogo José Miguel Láinez, ha explicado que “a los 14 años de edad el 96% de los niños han padecido en algún momento de su vida al menos un episodio de cefalea y que los casos recurrentes aparecen en el 40% de los niños menores de 7 años y en el 75% de los mayores de 15 años”.
“Diagnosticar la dolencia a tiempo y comenzar a tratarla adecuadamente desde el principio es clave para evitar la progresión de la enfermedad”, señaló el médico, considerado uno de los mayores expertos mundiales en cefaleas.
“Los niños suelen tener crisis menos intensas y más cortas que los adultos. Además, los pequeños con cefaleas suelen responder a tratamientos como el paracetamol que, en el caso de los adultos, no consigue grandes mejorías. Además, la expresión clínica de la migraña infantil es mucho menos clara”, explica Láinez.
Según este neurólogo, “el tratamiento preventivo está indicado en aquellos casos en los que el paciente sufre más de tres episodios de migraña al menos o bien los que padece son incapacitantes o les producen mucho malestar.
En estos casos existen diferentes opciones terapéuticas de eficacia probada que deben ser prescritas y controlados por el especialista”.
Alrededor de un 20% de los niños con migraña empiezan con las crisis antes de los 10 años de edad, aunque la evolución puede ser muy diferente entre unos y otros. Así, “un grupo considerable de pacientes que tiene crisis hasta la adolescencia, dejan de tenerlas o reducen con posterioridad”, explica el doctor Láinez.
Si bien no hay una patología asociada a la migraña durante la infancia, existen ciertos cuadros en los niños que pueden ser de origen migrañoso como los vómitos repetitivos o el vértigo paroxístico de la infancia. De acuerdo a este experto, “estas manifestaciones pueden ser formas de expresión de la migraña”.
Según Láinez, “las cefaleas en conjunto son muy habituales en la infancia y su frecuencia aumenta con la edad. En algunos casos, la afectación del estado general del niño durante las crisis de migraña puede ser tan intensa que llegan a ser incapacitantes”.
“Cuando la cefalea viene acompañada de otros síntomas neurológicos o su frecuencia o intensidad son elevadas, pueden repercutir negativamente en la calidad de vida del niño y del adolescente, quien disminuye la participación en las actividades sociales, escolares y el rendimiento en sus estudios”, señala.
En este sentido y, según datos aportados por el doctor Láinez, la tasa de absentismo escolar por cefalea es de 7,8 días al año mientras que en el caso de los niños que no padecen este trastorno la cifra se sitúa en torno a los 3,7 días al año.
Según el neurólogo infantil Pirjo Anttila, del Hospital de Turku, en Finlandia, quien ha repasado lo que actualmente se conoce sobre las cefaleas infantiles en una revisión publicada en la revista ‘The Lancet Neurology’, “los padres y niños suelen consultar al médico cuando las cefaleas se vuelven frecuentes y ya no responden a los analgésicos”.
Según este experto, “al igual que la migraña, los ataques de cefaleas tensionales requieren tratamiento farmacológico específico y personalizado.
El fármaco más probado en estos casos es el paracetamol, aunque los anti-inflamatorios como el ibuprofeno también pueden aliviar las cefaleas infantiles”.
Si las cefaleas infantiles son crónicas y las anteriores estrategias han fracasado, quizá podrían ser útiles los fármacos profilácticos como la amitriptilina, aunque “hacen falta más estudios en el tratamiento de este trastorno en los pacientes pediátricos”, advierte el neurólogo.
Comparte
Siguenos en Redes Sociales
El Aviso Magazine El Aviso Magazine El Aviso Magazine