Cierto abogado fue invitado a una boda que se celebraría en su pueblo natal, y que estaba un poco distante de la ciudad en que vivía.Cuando iba rumbo a dicho festejo, el licenciado encontró al borde
Cierto abogado fue invitado a una boda que se celebraría en su pueblo natal, y que estaba un poco distante de la ciudad en que vivía. Cuando iba rumbo a dicho festejo, el licenciado encontró al borde del camino, un cesto lleno de peras. Aunque no había desayunado nada, decidió no comer aquella fruta pues le faltaba poco para llegar al lugar del banquete, y así, despectivamente dio un puntapié al cesto, arrojándolo al lodo.
Prosiguió su marcha, y al poco rato se encontró delante de un riachuelo que debía cruzar, pero las lluvias habían sido tan fuertes que se habían llevado el puente. Y no habiendo por allí ningún bote que le permitiera atravesar, decidió volver a casa por el mismo camino, sin haber comido nada. Para ese momento el hambre que sentía era insoportable, tanto que al pasar delante de las peras revueltas en el fango no tuvo más remedio
que levantarlas y comerlas, claro, no sin antes haberlas limpiado lo mejor posible….
Moraleja: Nada en la vida debes despreciar,porque cuando menos se piensa se puede necesitar!
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