fbpx
LOADING

Type to search

El Aguila y el Búho

Share
Comparte

El águila y el búho son aves rapaces que atacan los nidos que no están cuidados y devoran a las crías, demasiado jóvenes para volar o defenderse. La primera actúa de día, mientras que el otro de noc

  El águila y el búho son aves rapaces que atacan los nidos que no están cuidados y devoran a las crías, demasiado jóvenes para volar o defenderse. La primera actúa de día, mientras que el otro de noche. 

  Queriendo proteger a sus respectivas crías, ambas hicieron un pacto: el águila no debería atacar más el nido del búho y a su vez éste, dejaría en paz a los aguiluchos… Y hasta prestaron juramento de que así lo harían. 

– Pero ¿tú conoces a mis hijos? -preguntó el búho al águila-… Nunca los he visto 

–Es verdad -dijo el águila- Si no quieres que me coma a tus pichones, deberás presentármelos o describírmelos con precisión.

  El búho estuvo de acuerdo y comenzó a describir a sus hijos como pájaros únicos llenos de gracia y de extraña belleza.

– Son tan lindos -dijo-, que de ningún modo podrás equivocarte. 

  Algunos días más tarde el búho, ahora tranquilo, partió en busca de alimento para sus pichones.

  El águila, que pasaba por allí, vio en el hueco de una roca un nido del que escapaba un agudo piar: pichones, de cabeza sin plumas y un cuerpo flaco y mal formado, se agitaban en el fondo del nido.

– Caramba, ¡qué pájaros más feos! -pensó el águila-. De ninguna manera pueden ser los hijos de mi amigo.

  Y sin dudar más, los devoró. Cuando el búho regresó a su nido, lo encontró desierto.

  Sólo unas pocas plumas revoloteaban en el fondo…   Desesperado, el búho se lamentó:

– ¡El águila me ha traicionado! Nunca debí confiar en ella. Es una malvada.

  Un pájaro, lleno de sabiduría, escuchó las lamentaciones del búho y le dijo:

– No debes culpar a nadie más que a tí mismo de todo esto. Has descrito a tu hijos como los pichones más bellos del mundo, mientras que eran como todos los recién nacidos, torpes y deformes. El águila no tiene la culpa, fue tu vanidad lo que causó tu desgracia.

Moraleja: Para confusiones evitar procura ser objetivo y claro al hablar!
Comparte
Previous Article
Next Article

Next Up

WordPress Appliance - Powered by TurnKey Linux