Washington, 3 sep (EFEUSA).- Colin Kaepernick, el jugador de fútbol americano que protestó durante el himno estadounidense por la violencia racial, enfrenta una paradójica situación: el Museo de Historia Afroamericana ha adquirido varias de sus prendas mientras los equipos no le contratan por su “antipatriotismo”.
“Debería estar al lado de Mohamed Ali. Es el Ali de nuestra generación”, ha señalado el sociólogo Harry Edwards sobre Kaepernick al compararlo con el legendario boxeador y luchador por los derechos civiles.
El citado museo, inaugurado en 2016 por el entonces presidente estadounidense Barack Obama, incluirá varias de sus camisetas y cascos en una próxima muestra sobre el movimiento “Black Lives Matter” (Las vidas de los negros importan).
Kaepernick, hijo de madre blanca y padre negro, desató la polémica la pasada temporada cuando, en lugar de levantarse para escuchar el himno estadounidense antes de un partido con su equipo los San Francisco 49ers, se arrodilló en señal de protesta por los recientes casos de violencia policial contra afroamericanos.
“No voy a levantarme para mostrar orgullo por la bandera de un país que oprime a la gente negra. Para mí, esto es más importante que el fútbol y sería egoísta por mi parte mirar a otro lado”, sostuvo.
“Hay cadáveres en las calles”, subrayó Kaepernick, de 29 años.
Pese a haber llevado a los San Francisco 49ers a la final de la Liga de Fútbol Americano (NFL) en 2012 por primera vez desde 1994, el jugador se encuentra sin equipo desde el fin de la pasada temporada y algunos directivos han reconocido que su contratación sería contraproducente por su simbolismo.
John Mara, co-propietario de los New York Giants, uno de los equipos que evaluó la posibilidad de incorporarlo, subrayó que se trataba de “un problema emocional”.
“En todos los años en esta liga, nunca he recibido más cartas emocionales que con este tema. Si cualquiera de nuestros jugadores hace alguna vez eso, no volvemos a otro partido de los Giants. No fue una o dos cartas. Fueron muchísimas”, afirmó Mara.
Otros equipos han evitado la cuestión y han justificado su no contratación porque no encaja en sus planes o estilo de juego, como los Baltimore Ravens.
Mientras tanto, Kaerpernick ha mantenido su posición. El pasado 4 de julio, el Día de la Independencia en EE.UU., se fue a Ghana y publicó un vídeo en las redes sociales renovando sus críticas.
“¿Cómo podemos celebrar de verdad la independencia en un día que intencionadamente se la robó a nuestros ancestros? Para encontrar mi independencia me fui a casa”, recalcó.
La protesta de Kaepernick tiene especial relevancia dada la influencia del fútbol americano en la sociedad estadounidense, donde es el deporte favorito y el que mueve más dinero, y los recientes episodios de tensión racial como los sucedidos en Charlottesville, donde supremacistas blancos golpearon a protestantes y una mujer falleció al ser atropellada por un neonazi.
No han ayudado a calmar los ánimos, asimismo, las declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, quien evitó criticar en un primer momento a los supremacistas blancos y miembros del Ku Klux Klan, y afirmó sobre Charlottesville que hubo responsabilidad por “ambas partes”.
Kaepernick, que ha asegurado que no votó en las elecciones presidenciales de noviembre pasado, ha calificado a Trump como un “racista abierto”.
El mandatario, por su parte, replicó que la protesta del deportista es “un hecho terrible” y agregó: “Quizá lo que debería hacer es buscar otro país que le guste más. Dejemos que lo intente. Pero no va a ocurrir”.
La pasada semana, miles de seguidores se concentraron ante las oficinas de la NFL en Manhattan para exigir que Kaepernick sea contratado antes del inicio de la próxima temporada, que comienza el 7 de septiembre.
Por ahora, sin embargo, sigue sin equipo.
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