Mamá cabra tenía que salir a hacer unos mandados, pero antes, encargó a su pequeño hijo se hiciera cargo de la casa, advirtiéndole el
Mamá cabra tenía que salir a hacer unos mandados, pero antes, encargó
a su pequeño hijo se hiciera cargo de la casa, advirtiéndole el
peligro de los animales que rondaban por los alrededores con intención
de entrar a los establos y devorar los ganados.
Apenas salió mamá cabra del establo, no tardó mucho en llegar el
enemigo: ¡Era un lobo horrible, amiguitos!, que imitando la voz de una
cabra llamó cortésmente a la puerta para que le abrieran.
Pero el cabrito, tomando conciencia de los consejos de su madre, miró
primero a través de una rendijilla para ver quien tocaba. Efectivamente,
era el lobo feroz, pero el pequeño no se intimidó y le dijo lo siguiente:
– Sé que eres un animal carnicero y que vienes a devorarme, y ni imitando
la voz de mi madre, creas que te voy abrir la puerta. Mejor márchate,
lobo malo, que aquí no eres bienvenido…
Moraleja:
El consejo de tus mayores aprende a obedecer
y de muchos peligros te podrás proteger!
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